Muchas veces el diagnóstico de enfermedades depende de la evaluación de los síntomas de un paciente, que pueden ser inobservables en las primeras etapas o proporcionarnos información poco fiable. Para mejorar la precisión de los diagnósticos, se sabe que los exosomas -proteínas específicas o genes de estructuras vesiculares- son muy útiles. Sin embargo, los métodos actuales para aislar exosomas de estas muestras requieren pasos de procesamiento largos y complicados o grandes volúmenes de muestra. Ahí aparece iTEARS (Análisis de exosomas lagrimales incorporados a través del sistema de aislamiento rápido), un innovador sistema que podría permitir diagnósticos moleculares más eficientes y menos invasivos para muchas enfermedades y afecciones, con muestras de lágrimas para no tener que depender únicamente de los síntomas.
Para poder ver la enfermedad en una gota de lágrima, se han hecho estudios en los que se han detectado componentes como lactoferrina, lisozima, glucosa y alcohol, para caracterizar los estados patológicos, incluidos los síntomas del ojo seco, infecciones, diabetes…
En el caso de las lágrimas, resultan adecuadas para la recolección de muestras porque el líquido se puede recoger de forma rápida y no invasiva, aunque solo sea en pequeñas cantidades a la vez. Y este sistema de nanomembranas que recolecta y purifica pequeñas gotas (exosomas) de las lágrimas permite a los investigadores analizarlas rápidamente en busca de biomarcadores de enfermedades, hasta ahora solo oculares y que todas ellas van más allá, por ejemplo, de un daltonismo.
La doctora Fei Liu, profesora de ingeniería biomédica en la Universidad Médica de Wenzhou en China, y el doctor Luke P. Lee, profesor de Medicina en la Facultad de Medicina de Harvard, dirigen la investigación y aseguran que: “A diferencia de otros fluidos oculares, las lágrimas son muy accesibles para el análisis de biomarcadores con la tira reactiva de Schirmer, lo que nos permite descubrir firmas moleculares de enfermedades y establecer un método de diagnóstico no invasivo. Los estudios de lágrimas no son un tema candente en comparación con otros fluidos corporales como la orina o la sangre, pero es hora de reconocer la importancia del diagnóstico molecular”.
iTEARS separó los exosomas en solo 5 minutos al filtrar soluciones lagrimales sobre membranas nanoporosas y los investigadores lograron distinguir entre controles sanos y pacientes con varios tipos de enfermedad del ojo seco basándose en una evaluación proteómica de las proteínas extraídas. También, iTEARS les permitió observar diferencias en los microARN entre pacientes con retinopatía diabética y aquellos que no tenían la afección ocular, lo que sugiere que el sistema podría ayudar a rastrear la progresión de la enfermedad.
Tanto Luke Lee como Fei Liu reconocen que, hasta hoy, iTEARS solo se ha utilizado en el diagnóstico de afecciones oculares como el ojo seco y la retinopatía diabética, pero han demostrado que los componentes de las lágrimas se relacionan con otros órganos del cuerpo como el cerebro y los senos. Los doctores esperan hacer más investigaciones no solo sobre enfermedades oculares, sino también sobre cánceres, diabetes mellitus, trastornos neurológicos y psicóticos y también las funciones biológicas de las lágrimas emocionales.
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