Un equipo de investigadores españoles, liderado por dos médicas del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona, ha encontrado por primera vez ADN canceroso en la leche materna, abriendo la puerta a un medio revolucionario de diagnóstico precoz del cáncer de mama. Así aparece publicado en la revista científica ‘Cancer Discovery’.
El estudio surgió después de que una paciente con cáncer de mama diagnosticada mientras estaba embarazada de su tercera hija le llevara a su oncóloga, la Dra. Cristina Saura, un biberón de leche materna que había congelado más de un año antes de su diagnóstico. Le preocupaba haber transmitido el tumor a través de la leche materna a su segunda hija durante la lactancia, que había sido larga y había durado hasta poco antes de su diagnóstico de cáncer de mama.
Aunque la doctora Saura y su equipo sabían que el cáncer no se podía transmitir al bebé, ella quería analizar la muestra de todos modos. Tal vez, pensó, habría signos tempranos de cáncer en la leche materna. Tenía razón.
Según los últimos datos recogidos por la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), en 2023 se diagnosticarán 35.001 nuevos casos de cáncer de mama, siendo este tipo de tumor más frecuente entre las mujeres en nuestro país por delante del cáncer colorrectal, de pulmón, cuerpo uterino, tiroides y páncreas. En España, aproximadamente el 30% de los cánceres diagnosticados en mujeres se originan en la mama. El cáncer de mama es también el tumor más diagnosticado del mundo, superando por primera vez al cáncer de pulmón, según datos publicados en 2021 por el Centro de Investigaciones sobre el cáncer (IARC, por sus siglas en inglés).
La doctora Cristina Saura, autora del estudio, aseguraba en una nota de prensa que, después de dar a luz, las mujeres corren un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama durante los próximos cinco a diez años: “Las pacientes con cáncer de mama diagnosticado durante el embarazo o, especialmente, durante el posparto, tienen peor pronóstico porque se diagnostican en estadios más avanzados de la enfermedad. Los cambios fisiológicos que ocurren en la mama durante el embarazo y después del parto hacen que los tumores sean más difíciles de detectar. También observamos que biológicamente los tumores posparto son más agresivos”.
Por lo tanto, la detección temprana de estas mujeres es una cuestión importante y ya se estaba trabajando sobre ello. Entonces, los investigadores querían saber si la leche materna tenía rastros de la enfermedad. Para ello, analizaron muestras de leche materna de pacientes con cáncer de mama diagnosticado durante el embarazo o después del parto, así como de mujeres sanas que estaban amamantando. Al mismo tiempo, también tomaron muestras de sangre de estos pacientes.
Para probar el descubrimiento innovador con la esperanza de poder encontrar una manera de detectar el cáncer antes, Saura formó un equipo para realizar un pequeño estudio. De las 15 pacientes diagnosticadas con cáncer de mama posparto, el equipo pudo detectar cáncer en 13 de ellas. Sin embargo, al analizar la sangre de los mismos pacientes, solo pudieron detectar cáncer en uno de los casos. En promedio, la leche detectaba el cáncer seis meses antes de una mamografía. Todo un descubrimiento.
Teresa fue una de las participantes a la que le detectaron cáncer. Le diagnosticaron la enfermedad tres meses después de proporcionarle una muestra de leche materna: “Gracias a haberlo detectado tan temprano, me operaron y me sometieron a radioterapia, pero no tuve que pasar por quimioterapia”, declaró en TVE.
El siguiente paso del equipo de investigación es ampliar el estudio a 5.000 pacientes con riesgo de desarrollar cáncer posparto. Entre las que están en riesgo se incluyen mujeres que quedaron embarazadas después de los 40 años o que tienen ciertos genes que las hacen más predispuestas al cáncer de mama.
“Antes de implementar esta técnica necesitamos confirmar los resultados en más pacientes”, afirma Saura. “Pero los resultados publicados hoy son prometedores y ofrecen una nueva herramienta potencial para el diagnóstico temprano del cáncer de mama en una población particularmente vulnerable de mujeres y madres jóvenes. La mejor manera de seguir aumentando la tasa de supervivencia de las pacientes con cáncer de mama es detectarlo lo antes posible”.
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