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La gripe está atacando este año con especial virulencia. En su clímax, la enfermedad ha llegado a superar los 300 casos por cada 100.000 habitantes. Aunque el punto álgido parece haber pasado ya, las semanas de invierno que todavía quedan y el arranque de la primavera seguirán elevando las cifras. ¿Qué hacer para estar a salvo? ¿Cómo curar la gripe? Más allá de las vacunas, la luz ultravioleta ofrece una interesante propuesta.
Escapar indemne de la epidemia de gripe es misión complicada. Anualmente, los investigadores desarrollan con ahínco sus vacunas para el virus influenza (como se denomina el virus de la gripe). Pero la involucración de diversas cepas y la dificultad para lograr una vacuna universal han movido a los investigadores a buscar alternativas sobre cómo curar la gripe: una de ellas está en la luz ultravioleta.
Una de las características de la radiación ultravioleta es su utilidad como agente antibacteriano y antivírico porque rompe las moléculas que forman su ADN. El quid de la cuestión, no obstante, está en lograr el equilibrio justo para que una exposición a la luz ultravioleta no llegue a tener efectos nocivos en el ser humano. De todos es conocido que la sobreexposición a luz ultravioleta puede generar enfermedades como cáncer de piel o cataratas. Eso explica que las principales investigaciones estén hoy encaminadas a ajustar la dosis de exposición.
Un equipo de científicos de la Universidad de Columbia ha diseñado una bombilla que trata de buscar respuesta a cómo curar la gripe. El instrumento emite un tipo concreto de radiación ultravioleta, el far-UVC o radiación ultravioleta lejana, de alcance limitado y sin efectos nocivos pero que, sin embargo, sí que tiene gran capacidad para atacar de lleno al ADN de virus y bacterias, que son mucho más pequeñas que las células humanas, y destruirlas.
Entre los ensayos de prueba-error realizados, los investigadores llevaron a cabo una experiencia con una cepa común de virus de la gripe, a la que expusieron a una cámara iluminada con una bombilla que emite radiación ultravioleta lejana C. El resultado fue la eliminación total del virus. Además, los investigadores comprobaron posteriormente que esta bombilla de luz ultravioleta es también eficaz contra otros microorganismos que se transmiten por vía aérea.
Una de las desventajas, por el momento, es el precio de la bombilla, que se calcula en torno a los 1.000 dólares. Una amplia producción, por ejemplo, para hacer frente a una epidemia de gripe, reduciría sustancialmente este coste, aunque esta opción es algo que todavía no se ha planteado.
Si se estudiara la elaboración de este tipo de bombillas para hacer frente a una epidemia de gripe, el coste debería ser razonablemente asumible por la población. Para la temporada 2017-2018, los fabricantes de vacunas proyectaron la fabricación y comercialización de en torno a 151 y 166 millones de dosis de la vacuna inyectable contra la influenza. Una producción de en torno a una cuarta parte de bombillas de luz ultravioleta debería abaratar sustancialmente el producto. Con todo, antes de plantearse su comercialización, los investigadores deben continuar con sus ensayos y pruebas para afianzar su eficacia como “medicamento” que cura la gripe.
Encender la luz puede bastar en un futuro no muy lejano para acabar contra esta enfermedad que se extiende como la pólvora todos los inviernos. Esta innovación se uniría a las muchas ya existentes para hacernos la vida más fácil y saludable, como el gadget que permite controlar la salud del cabello, los robots con utilidades en el ámbito asistencial y sanitario…