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04 DE SEPTIEMBRE |

Las mascarillas que te filtran el aire 10 veces más

Las nuevas mascarillas del CSIC filtran el aire diez veces más que el resto de mascarillas gracias a su material de nanofibras.

Las últimas semanas parece que el fin de COVID-19 y sus efectos tienen queda más cerca, gracias a los diferentes avances que se han producido en el ámbito de las vacunas que permitirán prevenir los contagios. Sin embargo, este final, aunque cercano, todavía tardará en llegar, por lo que elegir la correcta mascarilla es importante. Te presentamos la desarrollada por el CSIC.

Un equipo de científicos del CSIC, dirigidos por el investigador José María Lagarón, del Instituto de Agroquímica y Técnica Alimentaria (IATA-CSIC), han desarrollado un nuevo material con manofibras que, según sus propios creadores, tiene una serie de propiedades muy beneficiosas para el desarrollo de un nuevo tipo de mascarillas.

Estas mascarillas disponen de la certificación especial CPA FFP2- ÓN

“Desde el inicio de la pandemia el CSIC está desarrollando una estrategia que asegure que el conocimiento y las tecnologías relacionadas con el Covid-19 lleguen lo antes posible a la sociedad en condiciones razonables para su adquisición. Este es un ejemplo claro de éxito de colaboración público-privada, en este caso con una empresa de base tecnológica nacida del CSIC”, señala la doctora Ángela Ribeiro, vicepresidenta adjunta de Transferencia del Conocimiento del CSIC.

Y es que este nuevo material de nanofibras tiene la capacidad de filtración diez veces superior que la de los materiales empleados habitualmente en la fabricación de las mascarillas sanitarias y quirúrgicas que cualquier usuario puede encontrar en tiendas y farmacias.

Alcanzar niveles de FFP2 en fabricación es muy complejo sin el uso de la tecnología convencional y, que sepamos, solo la empresa Bioinica S.L., puede ofrecer este tipo de infraestructura a nivel nacional y en otros países de Europa.

José María Lagarón, responsable del proyecto.

Su eficacia, además, queda demostrada ya que ya disponen de la certificación especial CPA FFP2, aunque sus creadores insisten en que este material también podría utilizarse para la fabricación de mascarillas sanitarias FFP1 y FFP3, así como las mascarillas quirúrgicas.

Otro de los puntos positivos de este material es que estas mascarillas pueden lavarse y reutilizarse durante días, algo que el bolsillo de cualquier consumidor agradecerá.

Por último, y no menos importante, el material de nanofibras, en el que también ha participado la empresa Bionicia, es biodegradable, por lo que una de las preocupaciones desde el inicio de la pandemia como es la generación de basura debido al uso de las mascarillas, parece que podría dejar de ser un problema.

Estas mascarillas pueden adquirirse a través de Bionicia SL, y de sus redes habituales de distribución que suministran a organismos públicos, farmacias y supermercados.

Esta iniciativa no pretende competir a medio largo plazo con fabricantes de calidad, pero sí ofrece una alternativa beneficiosa para todos sus usuarios que se une a otras muchas que buscan prevenir al máximo el impacto del coronavirus a nivel mundial como es el caso de la desinfección de aparatos electrónicos, la detección de personas que puedan sufrir esta enfermedad cerca de nosotros o, incluso, medir la temperatura a través del teléfono.

Lara Falcón

Lara Falcón

Comunicación online