Verduras, hortalizas, frutas… productos frescos por delante de productos cárnicos y procesados, pero sin olvidarse de los snacks que hacen que las horas de ocio en casa sean más satisfactorias. Son los nuevos hábitos de alimentación de los españoles tras el confinamiento.
Tras el avituallamiento de legumbres, latas de conserva y papel higiénico de las primeras semanas de confinamiento, se fue pasando a la levadura, harina, vino, cerveza, licores, snacks, chocolate, para realizar postres caseros y aperitivos que ayudaran a hacer más llevadera la fase de aburrimiento.
Ahora, tras el confinamiento, los consumidores se muestran más preocupados por impulsar su sistema inmune ante posibles rebrotes y aumenta el interés por los productos ecológicos. Hay varios estudios que indican que los españoles hemos iniciado un cambio hacia una alimentación más saludable y hemos incrementado el consumo de productos frescos frente a los preparados y congelados.
Uno de los informes más completos sobre Alimentación Saludable y Consciente, ha sido el elaborado por Kantar Worldpanel para Obrador Sorribas, y en él se refleja que el 60% de la población asegura que ha variado su dieta durante la pandemia. Y que la crisis sanitaria ha revalorizado la dieta equilibrada, huyendo de los ultraprocesados, con el fin de reforzar la salud y se han ido modificando algunos hábitos alimentarios.
En cifras se podría resumir así: la demanda de frutas y hortalizas ha crecido para el 59% de los españoles; las verduras de hoja verde para el 53%; las verduras para el 55% y las legumbres para el 53%. Además, el 21% de la población española ha incrementado el consumo de hamburguesas vegetales y el 60% ya ha probado este producto en alguna ocasión. Por otra parte, el consumo de carne roja ha disminuido un 31%.
Todo esto desemboca en una clara tendencia a seguir una dieta flexitariana, es decir, comer básicamente productos de origen vegetal, pero sin excluir los productos de origen animal. Es decir, de forma flexible. Si un día se va a un restaurante o a casa de unos amigos, se puede comer carne sin problema. Y el informe destaca que cuatro de cada 10 españoles considera que llevan una dieta flexitariana, y a dos de cada 10 les gustaría adoptarla.
A este respecto, el informe de Obrador Sorribas revela que uno de cada tres españoles considera que las hamburguesas vegetales son una alternativa a los productos cárnicos. En este sentido, la dietista-nutricionista Laura Isabel Arranz, matiza que “las hamburguesas vegetales son una deliciosa manera de comer más vegetales y en función de sus ingredientes lo ideal es combinarlas con otros alimentos, como las legumbres, si queremos más proteínas en el plato. No todas son un sustituto de la carne pues no siempre tienen, por ejemplo, un contenido proteico equiparable. Reducir el consumo de carne y aumentar el consumo de vegetales es clave para la salud, ya que con ese cambio reducimos grasas totales, grasas saturadas y tomamos más vitaminas, minerales y antioxidantes”.
Aunque el 60 por 100 de los españoles encuestados aseguran que consumirían más alimentos de origen vegetal si fueran más sabrosos, existen alimentos nuevos, las llamadas “carnes falsas” que parten de la intervención de la tecnología y cuyos ingredientes alternativos como algas, quinoas, levaduras, apuntan a convertirse en la dieta planetaria.
Otro hábito post-confinamiento que se ha disparado, según la consultora Kantar, ha sido la compra de caldos, salsas o productos congelados que suponen una “ayuda” en la cocina; así como la comida preparada a domicilio. Y, por otro lado, el incremento de compra de productos relacionados con placer tipo snacks que “justificamos” por el hecho de tener que pasar más tiempo en el hogar y prescindir, muchas veces, de ir a bares y restaurantes.
Por último, los consumidores buscan, sobre todo, productos locales y de proximidad. Según datos de Kantar, un 33% de los consumidores dice que comprará más productos de marcas socialmente responsables en adelante.
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