Abrazar árboles, darnos baños de bosque, escuchar los diferentes trinos de los pájaros, meditar sobre una roca, respirar conscientemente llenando los pulmones de aire puro… Todas estas prácticas relacionadas con el contacto directo con la naturaleza son cada vez más necesarias para desconectar de nuestra rutina diaria y muy saludables para nuestra salud física y mental. Pero esta “medicina natural” está siendo difícil de administrar desde que comenzó la crisis sanitaria mundial.
Nuestras salidas al campo, la sierra, el bosque, la montaña o incluso los parques se han convertido en acontecimientos extraordinarios y, muchas veces, imposibles de llevar a cabo desde que la pandemia nos ha obligado a permanecer en nuestras casas. De esa necesidad ha nacido tree.fm, una página web que se ha planteado traernos el bosque a casa, con grabaciones de sonidos de bosques de todo el mundo. Una idea maravillosa para realizar una “escapada” sin levantarnos del sofá y conocer los sonidos de decenas de bosques del mundo, desde Canadá a Japón y desde Indonesia a EE.UU, China, India, Madagascar, Rusia, Turquía, Europa, Patagonia…
Los sonidos son grabaciones realizadas por gente del lugar y recopiladas en esta web gracias a “Sound of the forest”, un proyecto que se encarga de recopilar sonidos de bosques y selvas de todo el mundo para condensarlos en un mapa interactivo. Y en su web aparece el mapamundi lleno de botones amarillos que al pulsarlos podemos conocer la ubicación exacta del bosque, quién lo ha compartido y, por supuesto, cualquiera puede escucharlos y crearlos.
Tree.fm no deja de ser una herramienta más de terapia antiestrés para poder disfrutar del sonido real de los bosques y relajar nuestra mente. Y si sus responsables han recurrido a los baños forestales virtuales es porque la práctica japonesa denominada Shinrin Yoku (significa absorber la atmósfera del bosque) ha demostrado sus efectos positivos sobre la salud.
Si tenemos en cuenta que hemos pasado el 99,9% de nuestra evolución en ambientes naturales, resulta lógico pensar que el contacto con los bosques nos aporte tantos beneficios. Hay muchos estudios que demuestran que los baños forestales bajan en un 12,4% los niveles de la hormona del estrés cortisol y en un 1,4% en promedio la presión arterial, aparte de contribuir a fortalecer el sistema inmunológico.
El bosque es un terapeuta por sí mismo, como lo son también distintas técnicas de relajación o de meditación; de ahí que proliferen muchas aplicaciones con sonidos de lluvia, o meditaciones guiadas, como Meditrain, con miles de descargas. Así que, como dice el refrán, si Mahoma no va a la montaña, habrá que llevar la montaña o la selva o los bosques hasta nuestras casas.
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