Llega a España el coche que se conduce sin manos

El objetivo de la conducción 100% autónoma está cada vez más cerca. Los avances en tecnologías que permiten la conducción sin manos sorprenden por la eficacia de su funcionamiento y garantizan un nivel de seguridad tan alto que los gobiernos acaban por autorizarlos en el tráfico real de sus carreteras.

Hasta ahora, en España ya estaban funcionando legalmente distintos sistemas de ayuda que permiten retirar las manos del volante unos pocos segundos o incluso adelantar a otro vehículo y volver al carril, siempre ordenando la maniobra mediante la activación del intermitente. La comunicación instantánea entre vehículos y entre estos y las infraestructuras, que se desarrolla gracias a la llegada de las redes 5G, es otra importante herramienta que facilita que la conducción autónoma se materialice más pronto que tarde.

Lo último en llegar a nuestro país es un desarrollo que Ford lanzó en 2021 como respuesta a las innovaciones de otros fabricantes como Tesla o General Motors que, con sus AutoPilot y Super Cruise respectivamente, disponían ya de herramientas mucho más avanzadas y mediáticas que Ford. Se trata del Ford BlueCruise 1, un sistema por suscripción con el que se puede conducir sin manos en autovías y autopistas siempre que no se aparte la mirada de la carretera. Tras ser utilizado en EE. UU. y Canadá, se autorizó su uso en Gran Bretaña y Alemania a principios de 2023 y, ahora, en España. Es por tanto el primer fabricante en recibir la aprobación del Ministerio de Industria y de la DGT para implementar una herramienta de este tipo en nuestro país. Sin embargo, el BlueCruise 1 no va a estar disponible en todos los modelos de la marca, sino solo en los Ford Mustang Mach-E que se hayan adquirido a partir del pasado 12 de octubre.

El sistema de Ford es de los clasificados dentro del nivel 2 de conducción autónoma, es decir, una automatización parcial en la que la dirección, aceleración y frenada quedan a cargo del sistema, pero la vigilancia y última responsabilidad en la toma de decisiones las conserva el conductor.

El funcionamiento de este dispositivo “sin manos” depende de una serie de sensores con los que el vehículo detecta e interpreta el entorno, incluyendo el estado del tráfico, para adaptar la velocidad y la dirección a las condiciones de cada momento. Además, una cámara instalada en el salpicadero monitoriza la cara del conductor y, si éste deja de mirar a la carretera, el sistema se desconecta.

En cuanto a la dura competencia en el desarrollo de la conducción autónoma, la clave parece instalarse en la Inteligencia Artificial y, al menos actualmente, la marca más avanzada es Mercedes-Benz. La firma alemana cuenta con Drive Pilot, el primer sistema con certificación internacional de nivel 3. Esto implica un control completo de la conducción por parte del vehículo en ciertas condiciones y sin que el conductor tenga que estar pendiente de la carretera, pero sí debe permanecer alerta para recuperar el control en caso necesario.