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La DGT ha instalado un nuevo sistema de balizas inteligentes que ayudan a señalizar las situaciones de peligro provocadas por la niebla. De momento, el sistema está en pruebas en un tramo de la A8, en el alto O Fiuco una zona afectada, más que por la niebla propiamente dicha, por un fenómeno similar llamado nube de estancamiento. Estos dispositivos se suman a otras señales tecnológicamente avanzadas que se vienen desarrollando desde hace varios años.
En 2021 fallecieron un total de 13 personas en los 324 accidentes de tráfico provocados por la niebla en España. La falta de visibilidad, agravada a veces por un mal uso de las luces, circular a una velocidad inadecuada, la pérdida de control del vehículo por frenazos o maniobras bruscas o las colisiones por no mantener la distancia de seguridad, son algunas de las causas de esos siniestros.
El nuevo sistema luminoso de balizamiento implementado ahora por la DGT persigue reducir esa siniestralidad. Las balizas están formadas por un cuerpo físico con dos ventanas de luces led dispuestas una encima de la otra. Los leds de la parte inferior son ámbar y los de la superior, rojos. El dispositivo va montado en un poste de 1,5 metros de altura sobre la calzada. Las luces de color ámbar se activan en determinadas condiciones de niebla y ayudan a los conductores a identificar el trazado del tramo conflictivo. La ventana roja se ilumina cuando la baliza detecta el tránsito de otro vehículo. A medida que ese vehículo va superando balizas, éstas quedan encendidas a su paso para facilitar una circulación más segura.
Además de este sistema inteligente, se ha instalado un panel informativo en el que se advierte a los conductores de la posibilidad de niebla en el tramo y se comunica la necesidad de mantener una distancia de al menos dos balizas entre vehículos.
En condiciones climatológicas tan adversas conviene circular atendiendo una serie de consejos básicos para minimizar los riesgos. El primero de ellos es un correcto uso del alumbrado del vehículo. Es importante saber que poner las largas en situación de niebla no es buena idea, ya que la luz rebota en las partículas de agua en suspensión y disminuye la visibilidad. También hay que tener especial precaución con el denominado “hielo negro”. Este fenómeno se produce cuando la temperatura del asfalto baja de los cero grados y las gotas de niebla en contacto con la calzada se congelan. La capa de hielo es muy fina y no resulta fácil de ver, por lo que es muy traicionera. Si a esta falta de adherencia se añade una velocidad inadecuada que pueda provocar frenazos o volantazos por el cruce de un animal o la presencia de un vehículo más lento, la colisión es casi inevitable.
Por eso, a pesar de que la tecnología ayude a mitigar los riesgos de accidente con dispositivos como este nuevo sistema de la DGT, es fundamental mantener una conducción responsable y siempre adaptada a las condiciones de la carretera.
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