Llega la IA a los radares para asegurar la correcta circulación en las carreteras

Uno de los avances más destacables en este campo es el desarrollado por la tecnológica australiana Acusensus y su “Heads-Up”. El dispositivo, que ya se ha probado con éxito en carreteras de Reino Unido y Australia, mide la velocidad de los vehículos que se encuentran en su radio de acción y analiza patrones de comportamiento de los conductores para alertar de un posible consumo de drogas o alcohol. También es capaz de identificar infracciones relacionadas con el uso del móvil al volante o la utilización del cinturón de seguridad.

En Reino Unido, estos dispositivos se han instalado en carreteras de los condados de Devon, Cornualles, Gran Manchester y Staffordshire: en tan solo unas horas, según datos recopilados en la M-6 de National Highways, reportaron 750 infracciones. Vistos los resultados, parece ser que la DGT estaría interesada en implementar este tipo de radares para mejorar la seguridad vial en las carreteras españolas, aunque de momento no existe ningún modelo similar instalado en nuestra red viaria.

Otro ejemplo de radares equipados con Inteligencia Artificial son los llamados radares negros, instalados en algunas localidades francesas para vigilar el cumplimiento de las normas de circulación. En París, el límite de velocidad se ha establecido en 50 km/h en sus vías de circunvalación, quedando el carril izquierdo reservado para vehículos de emergencia, transporte público o coches con dos o más ocupantes. Aprovechando estos cambios de normativa, las autoridades parisinas han elegido esta tecnología que ya opera en Rennes, Estrasburgo o Lyon.

Los radares negros, bautizados así por el color de la carcasa elegido por sus fabricantes, son muy eficaces en el control de las vías de alta ocupación. Entre otras funcionalidades, pueden calcular con precisión el número de personas en un vehículo con una tasa de error inferior al 1%, incluso con los cristales tintados y a velocidades de hasta 130 km/h. Por si esto fuera poco, es capaz hasta de diferenciar entre humanos y maniquíes gracias a sus sensores de infrarrojos o cámaras térmicas, según el fabricante.

Dentro de nuestras fronteras, el caso más llamativo es el del Servei Català de Trànsit (SCT), que ya ha instalado un radar con IA en fase de pruebas en un tramo de alta siniestralidad de la AP-7, entre el Vendrell y Granollers. Previamente, ya se estaba realizando una prueba piloto en el Alt Empordà para detectar la presencia de animales en la carretera.

También en Galicia hay precedentes, como el dispositivo instalado entre Tui y Gondomar que, además de calcular la velocidad media como cualquier radar de tramo, detecta adelantamientos incorrectos o el uso del teléfono móvil al volante.

Aparte de algunos ejemplos puntuales como los mencionados, el precedente tecnológico más cercano, implementado en España en 2023, es el radar con cámara de vídeo que vigila que los vehículos se detengan ante una señal de Stop. No obstante, no habrá que esperar mucho para comprobar la eficacia de la IA aplicada al control del tráfico en las carreteras de nuestro país.

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