En caso de accidente circulando a una velocidad de 60 km/h, una bolsa o una maleta de 10 kg alojada en el asiento trasero del coche, saldría despedida por la inercia con el equivalente a una masa 56 veces superior a la que tendría en reposo. En este ejemplo, la bolsa de 10 kg se convertiría en un proyectil de 560 kg. Es decir, impactaría con una energía similar a la de un toro. Por este mismo principio, un teléfono móvil a 50 km/h pasa de 110 gramos a 3,9 kg, y a 12,5 kg si se circula a 90 km/h.
Este tipo de cálculos físicos nos ayuda a visualizar las terribles consecuencias de una pérdida de control del vehículo, con un habitáculo repleto de objetos volando como metralla de un lado a otro e impactando en los cuerpos de los ocupantes. Por eso, por mucho que nosotros viajemos con el cinturón de seguridad bien ajustado, los niños en sus asientos homologados y las mascotas en sus transportines o con arnés de seguridad, un accidente a velocidad moderada que podría quedar en un susto se puede convertir en algo mucho más grave.
La importancia de mantener todo el equipaje bien sujeto en el maletero y los objetos pequeños en los compartimentos habilitados para ello, como guanteras, bolsillos de los respaldos delanteros, huecos laterales, etc., es vital para viajar con un plus de seguridad. Se trata de un buen hábito que todos deberíamos observar antes de emprender un viaje, al igual que hacemos cuando revisamos la presión de las ruedas y el estado de los neumáticos, el nivel de aceite o el funcionamiento de las luces. Además de los riesgos ya mencionados por dejar objetos sueltos en el asiento trasero, colocar mal el equipaje o sobrecargarlo influye negativamente en la estabilidad del vehículo. Es aconsejable distribuir el peso de manera uniforme y evitar que los bultos se desplacen, aunque sea en el interior del maletero, ya que eso puede provocar inercias que nos hagan perder el control en situaciones comprometidas como una frenada en curva.
El hecho es que no siempre somos muy cuidadosos en estas tareas, especialmente en vacaciones cuando colocar las maletas se convierte en una partida de tetris de nivel avanzado. Y debemos tener en cuenta que nos pueden sancionar por ello. En concreto, llevar bultos en el asiento trasero puede acarrear una multa de hasta 200 euros. La infracción está tipificada en el artículo 14 del Reglamento General de Circulación, donde hace referencia a que la carga transportada en un coche no debe “arrastrar, caer total o parcialmente o desplazarse de manera peligrosa”, así como tampoco puede “comprometer la estabilidad del vehículo”.
Del mismo modo, la DGT advierte que esta práctica también contradice lo expuesto en la normativa sobre la obligación del conductor de un vehículo de “mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción, que garanticen su propia seguridad, la del resto de ocupantes del vehículo y la de los demás usuarios de la vía”. Por eso hay otras circunstancias que pueden ser objeto de denuncia según la interpretación de los agentes, como conducir con chanclas o calzado inapropiado que pueda dificultar el correcto manejo de los pedales, lo que supondría una multa de 80 euros. Tampoco está permitido conducir sin camiseta, otros 80 euros, por el riesgo de erosión en la piel causada por el cinturón de seguridad en caso de una frenada brusca. Comer o beber también implican una falta de atención en la conducción y se puede sancionar con la misma cantidad.
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