En España, la seguridad vial, especialmente la relacionada con la protección de los niños en los automóviles, es una preocupación importante y el uso correcto de los sistemas de retención infantil (SRI) es crucial, penalizándose las infracciones más comunes que incluyen no utilizar ningún sistema de retención, utilizarlo de manera incorrecta (por ejemplo, cinturones de seguridad mal ajustados) o usar sistemas que no son adecuados para la edad o tamaño del niño. De hecho, se estima que el uso de la silla infantil para viajar en coche reduce el riesgo de muerte entre un 50% y un 75% y el de lesiones en un 90%.

Según la DGT, las lesiones más frecuentes son: Hasta los 2 años, de cuello -por el tamaño de la cabeza y la fragilidad de la columna-; entre los 2 y los 4 años, de cabeza debido a que las vértebras no son suficientemente fuertes para soportar las desaceleraciones bruscas; y de 4 a 10 años, de abdomen, con mayor probabilidad de sufrir hemorragias internas ya que los órganos no están suficientemente fijados a su estructura abdominal.

Sabiendo esto, queda claro que la protección de los más pequeños en la carretera depende de los adultos y para hacerlo correctamente es importante revisar regularmente la normativa, ya que ésta va cambiando. De hecho, a partir del próximo mes de septiembre, entra en vigor la nueva normativa europea de sillas infantiles que harán obligatorio el cumplimiento de la nueva directiva europea, diseñada para incrementar la seguridad de los niños en los desplazamientos en automóvil. Y que marca el adiós definitivo a las sillas infantiles con la normativa R44 de 2007, dando paso la a nueva normativa i-Size, también conocida como R129, un nuevo Sistema de Retención Infantil (SRI) que promete aumentar significativamente la seguridad de los menores en los vehículos.

A continuación, te adelantamos todas las novedades de la normativa de sillas para el coche en 2024.

¿Cuáles son las novedades?

-La clasificación se basará únicamente en la altura del niño (hasta 150 cm) y ya no en su peso. Esto permite una mejor adecuación de la silla a las necesidades físicas del niño en crecimiento.

-Las sillas i-Size para niños de 40 a 105 cm utilizan anclajes ISOfix como sistema exclusivo de fijación al vehículo, con el fin de simplificar su instalación y reducir los posibles errores de instalación. No obstante, el reglamento también contempla que las sillas para este rango puedan estar homologadas con un sistema de fijación basado en el cinturón de seguridad de tres puntos, para el uso en aquellos automóviles que no dispongan todavía de anclajes ISOfix.

-Hasta los 15 meses (alrededor de 76 cm de altura), los niños deberán viajar en sentido contrario a la marcha del vehículo, ya que esta posición ofrece una mayor protección para la cabeza y el cuello, al dispersar la fuerza del impacto en caso de colisión frontal. La normativa anterior requería que los niños viajaran en sentido contrario solo hasta los 9 kilos de peso.

-Otro requisito fundamental de las sillas homologadas bajo la normativa i-Size es que deben superar pruebas de choque laterales más rigurosas y específicas, añadiendo un nivel adicional de seguridad para los pequeños pasajeros, lo que garantiza una protección más completa en caso de colisión desde cualquier dirección.

¿Qué diferencias hay entre ISOfix e i-Size?

El sistema ISOfix consta de dos anclajes o puntos de sujeción rígidos, que van atornillados o soldados a la carrocería del vehículo, y de los correspondientes enganches en la base o la silla de auto. Por lo tanto, con el ISOfix, la sillita de seguridad queda sujeta al vehículo a través de fijaciones, sustituyendo, de este modo, el uso de los cinturones de seguridad.

El i-Size, por su parte, es una extensión de la normativa ECE R129 que garantiza la compatibilidad de la sillita de coche con vehículos homologados i-Size gracias a requisitos específicos de tamaño.

¿Es obligatorio cambiar la sillita que ya tengo a partir del 1 de septiembre de 2024?

Si la silla tiene homologación R44/04 (la normativa anterior), no es necesario comprar una nueva porque la nueva normativa solo afecta a los productos en fabricación y venta. De momento no es obligatorio sustituir las sillitas antiguas ni se prevé un límite de uso o sanción para ellas.

No obstante, en caso de necesitar comprar una nueva, deberá adquirirse un modelo homologado según la normativa europea (i-Size), ya que, además de ser más seguros, serán los únicos que estarán a la venta a partir de septiembre.

Y, en ese proceso de compra, es importante acudir a centros de venta especializados y comprobar que el producto incluye una pegatina en la que se indica la marca, el tipo de vehículo, el grupo al que pertenece o el lugar donde se ha realizado la certificación. La infracción por no llevar una silla homologada o no usar el SRI si llevamos a un niño menor de 135cm en España supone una multa de 200€ y la retirada de 4 puntos del carnet de conducir.

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Todos los Sistemas Avanzados de Ayuda a la Conducción (ADAS) que la DGT está obligando a implementar paulatinamente en el parque móvil, y entre los que se encuentra el sistema ISA, tienen por objeto mejorar la seguridad en la carretera y reducir la siniestralidad. Se trata de poner la tecnología y la Inteligencia Artificial al servicio de la seguridad vial. Y es que, según diferentes estudios, estos sistemas podrían reducir la siniestralidad hasta en un 40%. De esos mismos estudios se desprende que el número de lesiones graves podría descender hasta en un 36% y el de muertes en un 29. Uno de estos informes, elaborado por Consumer Reports a partir del testimonio de miles de conductores, desvela que los conductores creen que un sistema de ayuda a la conducción les habría podido proteger de sufrir una colisión.

En cuanto al sistema ISA, las conclusiones no parecen ser diferentes. Este asistente de velocidad inteligente detecta por geolocalización cuáles son los límites legales de velocidad en tiempo real y previene al conductor si se superan esos límites e incluso ajusta automáticamente la velocidad reduciendo la entrega de potencia para garantizar una conducción más segura. Las herramientas que utiliza el dispositivo para recopilar la información sobre los límites de velocidad son varios. Por una parte, mediante señal GPS se detecta la ubicación exacta del vehículo en cada momento. A través de un mapeado digital y, complementariamente, con la ayuda de una cámara instalada en la carcasa del espejo retrovisor, el sistema reconoce los límites de velocidad.

Las ventajas de este asistente afectan a aspectos muy distintos, como la seguridad vial, las emisiones de CO2 y el ahorro económico. En cuanto a la seguridad vial entra en escena otro estudio, esta vez del Consejo Europeo de Seguridad en el Transporte (ETSC), según el cual el sistema ISA reduce las posibilidades de colisión en un 30%. Además, mantener una velocidad adecuada al tramo por el que se circula aumenta la seguridad de otros usuarios de la vía más vulnerables, como ciclistas, peatones o motoristas.

En lo relativo al cuidado del medioambiente, la velocidad interviene directamente en el consumo y en las emisiones contaminantes: reduciendo la velocidad se reduce el gasto económico por la reducción del consumo de combustible o carga de las baterías en el caso de los vehículos eléctricos.

Sin embargo, aunque las ventajas de los asistentes de ayuda a la conducción parecen quedar fuera de dudas, no se debe confundir la utilidad con que sean infalibles. De hecho, hay tramos de carretera en los que los límites de velocidad varían en pocos metros, o existen vías muy próximas con limitaciones diferentes y el sistema ISA puede dar fallos de interpretación. Por eso no se debe depositar todo el peso de la conducción en los dispositivos que la tecnología nos brinda, sino que la responsabilidad tiene que ser la mayor garantía de una circulación más segura.