Michelin ha presentado en CES 2022 un neumático radial sin aire para vehículos de reparto.
Olvidarnos de los pinchazos o de revisar la presión de los neumáticos es un ambicioso objetivo que cada vez está más cerca. Aunque a simple vista podría parecer sencillo, se trata de una evolución tecnológica compleja de desarrollar. Los factores a tener en cuenta son numerosos: estabilidad, absorción de impactos provocados por las irregularidades del terreno, adherencia, desgaste… Ahora, Michelin ha lanzado un prototipo de neumáticos sin aire que representa un paso más en esa evolución. Se trata del neumático radial sin aire Michelin X Tweel para vehículos de reparto, presentado en el Salón de la Electrónica de Consumo CES 2022 celebrado en Las Vegas. El vehículo elegido para la prueba fue un triciclo eléctrico de Coaster Cycles diseñado para el reparto de última milla.
Para valorar lo que puede suponer este importante lanzamiento en el desarrollo de la movilidad es necesario hacer un poco de historia. El origen de los neumáticos se remonta a 1839, cuando el inventor estadounidense Charles Goodyear descubre un proceso para mejorar la resistencia y plasticidad del caucho llamado vulcanización. Este hallazgo propició la fabricación de llantas de goma maciza. Pocos años después, en 1845, y tras varias pruebas encaminadas a mitigar la incomodidad de viajar con ese tipo de ruedas macizas, un ingeniero escocés llamado Robert W. Thomson inventó el primer neumático conocido: un tubo de goma lleno de aire protegido por una cubierta de lona con bandas de cuero. Un avance que mejoró sensiblemente el confort de marcha. Desde entonces hasta nuestros días, los principios fundamentales del invento se han mantenido prácticamente inalterables, excepto por la mejora en la eficiencia y calidad de las gomas utilizadas para la fabricación de los neumáticos.
Han tenido que transcurrir 80 años desde entonces para que fabricantes como Hankook, Bridgestone, Goodyear o Michelin se decidieran a lanzar prototipos de neumáticos sin aire con aspiraciones de reemplazar a los convencionales en un futuro próximo. El denominador común de todos ellos es una malla interior circular hecha de un material flexible, como el poliuretano elástico, diseñado de manera que absorba las fuerzas verticales generadas por la marcha o los impactos al subir a un bordillo o pisar cualquier irregularidad del terreno.
Cuando se lleguen a equipar los vehículos con neumáticos sin aire se obtendrán grandes ventajas en seguridad y mantenimiento.
Cuando finalmente se lleguen a equipar los vehículos con neumáticos sin aire se obtendrán grandes ventajas en seguridad, mantenimiento y economía. Y es que, en numerosas ocasiones, los conductores relajan su atención sobre el estado y la presión de los neumáticos a pesar de su importancia. Así lo confirma un dato de la propia DGT, desde donde aseguran que el 18% de los informes negativos en la ITV están relacionados con defectos graves en los ejes, los neumáticos y las suspensiones.
Como adelantábamos, las ventajas que pueden ofrecer unos neumáticos sin aire son notables. La primera es su adaptación a la carga del vehículo sin tener que revisar la presión y manteniendo en todo momento un óptimo comportamiento. Otra es su resistencia y flexibilidad, que proporcionan mayor resistencia a los impactos. Y, por último, una eficiencia superior en cuanto a consumos y vida útil de otras piezas por vibraciones, ya que estos factores no dependerán de un mal mantenimiento de los neumáticos.
Por el momento, solo cabe esperar que el éxito en pruebas como la de los Michelin X Tweel nos acerquen cada vez más al objetivo final: neumáticos sin aire para todos los vehículos.
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