En los últimos tiempos, los hábitos de movilidad han cambiado en nuestro país de manera sustancial, sobre todo en las grandes ciudades. Las apps de alquiler de vehículos de movilidad personal, el incremento en la oferta de transporte con la llegada de los VTC, el “carsharing” o las restricciones al tráfico por zonas de bajas emisiones y peatonalización de los centros urbanos, son algunas de las causas que han afectado a los cambios de hábito en el uso del coche particular. De hecho, muchos conductores renuncian a tener vehículo propio y optan por los nuevos sistemas de alquiler por uso, o bien utilizan su coche únicamente para viajar y no tanto para acudir al trabajo a diario o moverse por la ciudad.

Ahora, las tecnologías telemáticas han hecho posible la aparición de los seguros UBI (Usage-Based Insurance) o seguros basados en el uso. Esta nueva tipología de contratación nace con el objetivo de adaptarse a los nuevos hábitos y actualizar la oferta en el sector de seguros de auto. Se basan en el aprovechamiento de la información telemática que se obtiene a partir de los dispositivos de rastreo instalados en los vehículos. Con esos datos, las compañías pueden personalizar las primas y condiciones de las pólizas adaptándolas a las necesidades de cada cliente.

Algunas de las herramientas que permiten obtener toda esa información de los conductores son programas instalados en los vehículos por el propio fabricante, apps móviles, dispositivos conectados al puerto de diagnóstico o la tecnología “tag” conectada a las lunas del vehículo. Todas ellas tienen su origen en tecnologías como la GPS y la celular, siendo estas dos las más frecuentes, u otras como el Bluetooth. 

Por otra parte, hay dos maneras de personalizar los seguros a medida de tipo UBI. La primera sería la que tiene en cuenta los hábitos de uso del coche y evalúa aspectos como la distancia recorrida o el tiempo de conducción para determinar el precio de la póliza. Éstos son los llamados seguros “Pay-As-You-Drive” (PAYD) que, a su vez, se dividen en dos categorías por el modo de calcular su coste según sea por tiempo de uso, Pay-Per-Hour” (PPH) o por distancia recorrida, Pay-Per-Mile” (PPM).

La otra modalidad es la conocida como “Pay-How-You-Drive” (PHYD) y valora datos relacionados con el comportamiento del conductor como acelerado, frenado, respeto a los límites de velocidad, cambios de carril o si los airbags se han utilizado. Para calcular las primas en ambas tipologías de seguro, se siguen teniendo en cuenta otros factores tradicionales como el tipo de coche o la edad del conductor.

A partir del auge de los seguros UBI también se está diseñando una nueva alternativa de cálculo. Se trata de los seguros “Manage-How-You-Drive” (MHYD), un sistema híbrido que tiene en cuenta tanto la información del uso como del comportamiento.

Desde el punto de vista del negocio, los seguros a medida favorecen los ingresos de las aseguradoras que los implementan, ya que atraen a nuevos perfiles de clientes, sobre todo jóvenes. Así, mientras en 2018 el mercado global de seguros UBI en el ramo de auto alcanzaba los 15.620 millones de dólares, se estima que llegue a los 105.120 en 2027. En definitiva, los seguros a medida benefician tanto a las compañías como a los usuarios, que ven satisfechas sus nuevas necesidades de cobertura.

La Ley de Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial quedó aprobada el pasado mes de diciembre. Tras seis meses de tramitación parlamentaria con debates y enmiendas, el Congreso de los Diputados dio por buena la modificación al texto refundido de dicha normativa, lo que supone un paso más en el objetivo de mejorar la seguridad vial en España. Tras su publicación en el Boletín Oficial del Estado, la Ley de Tráfico entrará en vigor el próximo 21 de marzo.

Los cambios acordados se han diseñado dentro del sistema de Permiso por Puntos vigente y suponen un endurecimiento sobre todo en aquellas infracciones que más afectan a los datos de siniestralidad, aunque en la mayoría de los casos se mantienen las sanciones económicas. En este sentido, hay que tener en cuenta que las principales causas de accidentes de tráfico en España son, por este orden, las distracciones al volante (31%), el consumo de alcohol (27%) y la velocidad inadecuada (25%).

En cuanto a las distracciones, la manipulación de dispositivos móviles mientras se conduce es la más frecuente, debido en parte a la creciente dependencia al móvil y a la proliferación de las redes sociales. Por ello, la nueva ley aumenta de 3 a 6 puntos la sanción por sujetar en la mano un teléfono mientras se conduce y mantiene la sanción económica por esta infracción en 200 euros.

Para mitigar las consecuencias de la ingesta de alcohol en la siniestralidad se han introducido dos cambios fundamentales. Por un lado, se incluye la tasa cero de alcoholemia para los menores de edad que conduzcan ciclomotores o motos de hasta 125cc, bicis o vehículos de movilidad personal. También se estrena el alcoholímetro antiarranque (Alcoholock), un dispositivo que, al igual que otras tecnologías relacionadas con la seguridad, será obligatorio para los vehículos de transporte de viajeros por carretera matriculados a partir del 6 de julio de 2022. Y, con objeto de reducir la mortalidad por choque frontal en carreteras convencionales, la nueva Ley suprime la posibilidad de aumentar en 20 km/h los límites de velocidad al adelantar. En 2019, fallecieron por este motivo 239 personas.

La nueva normativa también se vuelve más estricta en aspectos relacionados con el uso obligatorio de elementos de protección personal, como el cinturón de seguridad, los sistemas de retención infantil o el casco en motocicletas, y se pasa de 3 a 4 puntos perdidos por infracciones de esta índole. Asimismo, se incrementa la seguridad de los ciclistas haciendo obligatorio el cambio de carril para adelantamientos de bicis o ciclomotores en vías con más de un carril por sentido. Para carreteras convencionales, se mantiene la distancia de seguridad de 1,5 metros en los adelantamientos y se endurece de 4 a 6 puntos por adelantar poniendo en peligro la integridad de los ciclistas.

Hay más cambios que se refieren, entre otros asuntos, a los requisitos para la recuperación de puntos del carné, los Cursos de Conducción Segura, etc., y también novedades que inciden en las nuevas condiciones de conducción como la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, así como en avances tecnológicos como la conducción autónoma.

Recuerda que, por ser mutualista, tienes a tu disposición el Servicio de gestión y reclamación de multas de tráfico para informarte, asesorarte y recurrir tus multas en vía administrativa. Además, si has perdido puntos o el carné de conducir, te informamos de cómo recuperarlos y te facilitamos centros donde podrás realizar el curso de recuperación de manera gratuita.