Cada vez más, la tecnología invade en forma de botones los salpicaderos y consolas de los coches. Las ayudas electrónicas a la conducción son tantas que algunas nos pueden pasar desapercibidas, sobre todo si no son imprescindibles. Una de estas asistencias es el Auto Hold o Brake Hold.
Muchas veces nos encontramos en medio de una retención, detenidos en una calzada con pendiente y nos vemos obligados a mantener el pedal del freno pisado para que el coche no se deslice accidentalmente. Con el botón Auto Hold podemos activar un sistema que mantiene el coche frenado sin tener que pisar el pedal, evitando así la fatiga y aumentando la seguridad. El sistema se desactiva, según los modelos, cuando se vuelve a tocar el pedal del freno o del acelerador o cuando transcurre un período de tiempo sin que se haga nada, y solo funciona si el conductor lleva puesto el cinturón de seguridad.
Este botón, normalmente situado en la consola central, suele identificarse con las palabras Auto Hold, Auto H o con una P rodeada por un círculo. Algunas marcas equipan otros mecanismos para activarlo. Por ejemplo, en algunos modelos de Mercedes se pone en funcionamiento apretando el pedal del freno con más intensidad, hasta que aparece un icono luminoso en el cuadro de instrumentos.
Hay algunas excepciones en las que no es recomendable utilizar esta función, como en terrenos irregulares o en pistas de tierra. Tampoco está especialmente pensado para arrancar en pendientes. Para esa maniobra, prácticamente todos los coches disponen de una ayuda de arranque en pendientes que mantiene el coche detenido el tiempo suficiente para pasar el pie del freno al acelerador, evitando que el vehículo retroceda.
A diferencia de otros asistentes, el Auto Hold no es obligatorio y no está incluido en los denominados sistemas ADAS (Advanced Driver Assistance Systems), como son el Detector de Fatiga (DDR), la Caja Negra (EDR), la Alerta de Cambio Involuntario de Carril (LDW), el Asistente de Velocidad Inteligente (ISA), la Alerta de Tráfico Cruzado (RCTA), el Sistema de Frenada de Emergencia (ESS), la Alerta de Uso de Cinturón y el inhibidor de arranque con alcoholímetro, todos ellos imprescindibles en los coches comercializados en la UE a partir del 7 de julio de 2024, aunque los fabricantes disponen de un año de margen para implementarlos en sus nuevos modelos. Otros, como el Control de Estabilidad (ESP), son obligatorios desde julio de 2022, al igual que el Control de Crucero Adaptativo o el Sistema de Detección de Señales.
En el caso del botón Auto Hold, no existe obligatoriedad, pero sí es muy recomendable. Hay otros dispositivos que también suelen pasar desapercibidos a muchos conductores y que, sin embargo, son muy útiles en determinadas circunstancias. Algunos son botones electrónicos y otros, simples mecanismos. Por ejemplo, el punto de anclaje para remolcar el vehículo en caso de avería, que está oculto tras una pequeña compuerta del paragolpes, o la palanca situada bajo el retrovisor, que evita los deslumbramientos.
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