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Las señales de tráfico que hoy en día conocemos comenzaron a desarrollarse con la introducción del automóvil a principios del siglo pasado. Con todos los cambios tecnológicos que hemos experimentados desde comienzos de este siglo, ¿no ha llegado el momento de renovar la señalética de circulación?
Muchos de los esfuerzos de mejora de la seguridad vial están centrados en la mejora de los vehículos, como el coche que se ablanda para evitar accidentes o el gadget para controlar la presión de los neumáticos y evitar pinchazos, pero por qué no de las señales y normas de circulación. En esta línea va la propuesta de la empresa británica Umbrellium, que ha diseñado el primer paso de peatones inteligente.
Este invento nos puede dar una idea de por dónde irá el futuro de las señales de tráfico. ¿No te ha pasado estar en calles larguísimas y tener que andas más de cien metros hasta llegar al próximo paso de cebra o semáforo? ¿Y en cuántas de esas ocasiones has acabado cruzando mal?
Lo que propone Umbrellium con el paso de peatones inteligente, que denominan starling crossing, es un paso de cebra virtual que aparece y desaparece según las necesidades del tráfico y los viandantes. Si no hay peatones, los coches pueden circular a sus anchas, pero si los hay, el sistema utiliza iluminación led para configurar pasos de cebra en tiempo real sobre la calzada. Las luces se ven inmediatamente desde cualquier ángulo tanto de día como de noche. Además, el paso de peatones inteligente modifica su orientación y amplitud según la previsión de viandantes, para adecuarse al número de personas que quieren cruzar la calle y a la orientación de su trayectoria, ¿o no solemos cruzar muchas veces en diagonal para acortar el camino hasta la entrada del metro, por ejemplo?
La amplitud y orientación de la trayectoria del paso de cebra es posible gracias a las cámaras y el ordenador que incorpora el sistema y que es capaz de distinguir entre peatones, vehículos y ciclistas y saber su dirección y velocidad con el fin de anticiparse a sus movimientos.
El paso de peatones inteligente también incorpora garantías de seguridad. Así, si detecta que un peatón camina distraído o mirando su móvil, el paso de cebra dibuja un aviso rojo en el suelo para alertar a conductores y ciclistas. O si, por ejemplo, un niño se lanza a la calzada indebidamente, dibuja una señal que alerta de la situación tanto a automovilistas como a ciclistas.
Además, ante situaciones climatológicas adversas, la señal de stop para el vehículo se proyecta a mayor distancia para advertirle con suficiente tiempo de reacción.
Actualmente el paso de peatones inteligente es un prototipo que está en fase piloto en algunas calles del sur de Londres, pero sin duda su flexibilidad puede mejorar tanto la fluidez del tráfico como la seguridad de los viandantes, ¿cuánto tiempo tardará en ser presente el futuro de las señales de tráfico?
Crédito de las fotos: DIRECT LINE