Cómo evitar riesgos o accidentes gracias al sistema AEB

Conducir, si bien es una acción habitual en el día a día, es una de las actividades que más peligro puede conllevar a cualquier usuario. Mantener el control, realizar una maniobra adecuada o, incluso, pisar el freno del coche determina si podemos evitar cualquier riesgo o accidente. Problemas que, con el sistema AEB, pueden ser solventados gracias al desarrollo y perfeccionamiento de esta tecnología.

El sistema AEB es un sistema de seguridad activa vial que generalmente funciona mediante una tecnología radar situada en el frontal del vehículo. Este dispositivo monitoriza el tráfico del entorno de nuestro coche y avisa al conductor de manera inminente en caso de colisión con personas, obstáculos, automóviles o cualquier tipo de peligro. Su tecnología permite al conductor reaccionar a tiempo y, por ende, actuar correctamente ante cualquier situación de emergencia. Si es necesario, el radar emite una señal al vehículo para realizar una frenada de manera automática sin la intervención del conductor. Dependiendo del fabricante, este sistema también puede estar formado por sensores, vídeos, tecnologías de infrarrojos o ultrasonidos.

El fabricante de vehículos Mercedes-Benz fue el responsable de crear este tipo de sistema en el año 2003. No fue hasta el año 2008, cuando la marca sueca Volvo Cars equipó de serie a los modelos XC60, denominados City Safety, con esta tecnología de frenado automático. Si bien, muchos automóviles del mercado ya cuentan diferentes tipos de sistema AEB, la Comisión Europea prevé que en un futuro no muy lejano todos los vehículos estén equipados obligatoriamente con estos dispositivos.

Existen diferentes tipos de sistemas AEB que recurren a componentes del vehículo ya implementados. De esta forma, este sistema puede integrarse directamente en el freno al estar situado en los sistemas de presión de frenado, de tal forma que se activa a través de sistemas hidráulicos o por componentes mecánicos. Pero también puede instalarse de serie como un sistema preventivo al activarse al superar rangos de velocidades de hasta los 200 km/h. 

Lo que está claro es que gracias a este sistema se ha conseguido reducir el riesgo de accidentes o la gravedad de los que ocurren en los últimos años.  Sin embargo, los fabricantes de coches, obsesionados por la seguridad al volantes, continúan desarrollando tecnología innovadora como los sistemas de frenado automático que ayudan a prevenir accidentes marcha atrás o maniobras manuales que por ejemplo ayudan a activar el freno de emergencia en una moto.