Cumplir la normativa de seguridad vial está en la mano de todos. Sin embargo, la Dirección General de Tráfico continúa desarrollando y adoptando medidas para vigilar a aquellos conductores que continúan cometiendo infracciones en las carreteras españolas. Si aún no estás al tanto de las últimas novedades en seguridad vial, una de las propuestas para el próximo año es rebajar los límites de velocidad en las carreteras secundarias, dado a que, en los últimos años, la siniestralidad en las carreteras ha aumentado considerablemente.
Por esta razón, la DGT, organismo autónomo dependiente del Ministerio del Interior, ha decidido continuar implementado y desarrollando nuevas propuestas. Una de la últimas medidas consiste en utilizar la tecnología puntera de los drones para mejorar la seguridad vial para así reducir los accidentes de tráfico. Sin embargo, desde principios del 2018, irrumpieron un total de 60 nuevos artefactos, casi indetectables, en las autopistas y demás vías de nuestro país. Estos instrumentos son los denominados radares velo láser.
La DGT incorporó estos dispositivos con el objetivo de proporcionar una nueva perspectiva de observación de la velocidad en todas las carreteras. Su tecnología actúa en medidas que van desde los límites de velocidad de 30 km/h hasta los 250 km/h e, igualmente, puede detectar a aquellos infractores que pasen a una distancia de entre 25 y 50 metros.
Este aparato tiene un tamaño inferior a los 50 centímetros, por lo que prácticamente caben en la palma de una mano, lo que permite que su ubicación sea discreta y casi indetectable por parte de los conductores.
Este tipo de radar puede instalarse, o bien en un trípode o bien anclado en la bionda metálica de los quitamiedos, aunque tiene otras aplicaciones como ir adosados a una señal mediante un imán, al mismo tiempo que ofrece la posibilidad de ir instalado en las motos patrullas de la Guardia Civil.
La metodología que emplea está basada en un sistema inalámbrico para que pueda funcionar con total autonomía y dé la posibilidad de controlarlo por remoto, vía WiFi o 3G7/4G. Como peculiaridad, su autonomía puede alcanzar hasta las cinco horas de funcionamiento. Si bien su labor es muy similar a la de cualquier otro cinemómetro convencional, pueden multar tanto por la noche como por el día y tomar fotos con un sistema encargado de discriminar por tipología de vehículo.
Hasta ahora, su utilización se concentra sobre todo en las carreteras de la Comunidad de Madrid, Galicia y Murcia, no obstante, los usuarios disponen de un listado detallado de su ubicación provincia por provincia y, en Google Maps, pueden consultar la actualización de las ubicaciones donde se encuentran instalados estos dispositivos.