Un nuevo material, creado por un grupo de ingenieros de la prestigiosa Universidad de Fudan, en la ciudad china de Shanghai, y en colaboración con expertos en óptica de la Universidad de Búfalo, en EE.UU., puede lograr que las señales de tráfico o los letreros que están en las carreteras se vean por la noche perfectamente. El cambio de color ayudaría a los conductores y peatones a evitar posibles percances o accidentes.
La composición de estas señales consiste en una película delgada que refleja la luz de tal forma que se podrían hacer señales de tráfico que brillen intensamente y cambien de color cuando cae la noche. Los detalles sobre este novedoso material quedan recogidos minuciosamente en un estudio publicado por la revista Science Advances. Químicamente, la película está compuesta por microesferas de polímero colocadas en el lado adhesivo de una cinta transparente.
Los investigadores, dirigidos por el doctor Limin Wu, también docente de la Universidad de Fudan, decidieron experimentar con la creación de una señal de límite de velocidad con letras y números hechos de la nueva película de polímero. Para ello, colocaron una luz blanca cerca del letrero para iluminarlo, y cuando pasó un automóvil que se movía rápido, el color de los caracteres en el letrero pareció parpadear desde la perspectiva del conductor cuando el ángulo de visión de éste cambió.
En otras pruebas, el nuevo material se aplicó a una señal de tráfico de ‘cruce de peatones’ que instalaron a la altura de 1,7 metros sobre la carretera y, mientras conducían un automóvil, el conductor iluminaba el paso de peatones con los faros y se veía un color brillante. Pero desde la perspectiva del peatón, que se acercaba lentamente a la señal al mismo tiempo que el vehículo, podía ver cómo el color cambiaba de azul sólido a color arcoíris. La interpretación es que el color de la radiación reflejada depende del ángulo de incidencia de la luz blanca.
Está demostrado que por la noche detectamos peor los imprevistos en la carretera, apreciamos menos los colores, las distancias y el movimiento de los objetos, aumentando los riesgos. También somos más sensibles al deslumbramiento y, en una carretera mal iluminada, nuestra visibilidad está limitada al alcance de nuestros faros, que siempre es inferior a la que tendríamos con luz diurna. Esto hace que de noche se produzcan mayor número de accidentes por choques contra objetos en la calzada, atropello a peatones o animales y salidas de vía.
La aplicación de estas señales de tráfico inteligentes mejoraría notablemente la seguridad vial pues si una persona, por ejemplo, está escuchando música a un volumen alto o no está prestando la suficiente atención mientras camina o conduce, un letrero o una señal que cambia de color ayudaría a reducir los incidentes y accidentes.
Estas nuevas señales sustituirían a los reflectores con los que contamos en la actualidad para resaltar cualquier marca vial, señal o chaleco. Estos reflectores son pequeños dispositivos que giran la luz incidente (luz que llega a la superficie de un sujeto) 180 grados. En la práctica, también se tiñen para hacerlos más visibles y reconocibles. La DGT, por su parte, y también con el fin de reducir el número de accidentes tiene previsto ir sustituyendo, durante los próximos 5 años, los triángulos de pre-señalización de emergencia por señales luminosas.
El material empleado hasta ahora para darle el color correcto al color reflectante no es aún el óptimo. Se ha observado que con el paso del tiempo se termina desvaneciendo y además contamina más el medio ambiente. De ahí que se haya comenzado a trabajar en el desarrollo de materiales estructuralmente coloreados, añadiendo nanopartículas, con sistemas de señales de tráfico inteligentes o a través de sirenas luminosas en caso de accidente. Todo un desafío para los expertos.
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