¿Con qué frecuencia lavamos los españoles nuestros coches? Un estudio realizado por la cadena de centros de lavado de vehículos a alta presión, Elefante Azul, publicaba que el 42,3% de los usuarios españoles lava su vehículo con una frecuencia semanal, seguidos del 26,3% que lo hacía cada 15 días. Es cierto que la frecuencia también debe ir en función de si el vehículo duerme en garaje, del clima, del uso que le demos…
Tratar a nuestro coche bien no consiste solo en conducirlo correctamente, estar atentos a las tareas de mantenimiento o revisar frecuentemente la presión de las ruedas. También es importante mantenerlo limpio, tanto para alargarle la vida como por nuestra propia seguridad. Todos sabemos o intuimos que unos cristales limpios, por ejemplo, evitan muchos accidentes, pero con el lavado también se evitan corrosiones y deterioro de la carrocería o del chasis, y el ambiente en el interior resulta más salubre y cómodo. Sin embargo, no siempre lo hacemos de la forma más correcta; así que, para ayudaros a evitar errores comunes, hemos preparado esta pequeña guía de consejos prácticos
1.- Antes que nada, recuerda que no se pueden lavar los vehículos en la vía pública. Está terminantemente prohibido, con multa de por medio.
2.- Lava el coche siempre de arriba abajo para que el agua vaya arrastrando la suciedad y no la expanda.
3.- No laves el coche a pleno sol porque un secado muy rápido, puede dejar restos de jabón y que aparezcan manchas en la carrocería; lo mejor es secarlo con el vehículo en marcha para que no se pegue nueva suciedad. Y, en verano, mejor hacerlo a primera hora del día y, siempre que sea posible, a cubierto.
4.- Tampoco seas de los que esperan a que llueva para que se limpie y menos en verano, porque el agua de la lluvia y de las tormentas, arrastra barro y todo tipo de partículas en suspensión y podrías terminar ensuciando todavía más el vehículo y dejar marcas en la pintura. Nada que ver con el brillo de un coche recién lavado.
5.- No abras las ventanillas del coche hasta que no esté completamente seco: si lo haces, el agua escurre por las puertas y deja un rastro de suciedad.
6.- Antes de lavarlo, protege la antena de tu coche con un poco de cinta de carrocero.
7.- Esmérate en la limpieza de las alfombrillas, con un aspirador potente, porque son foco de gérmenes y de la suciedad que traemos de la calle y nos protegen de la electricidad estática.
8.- Presta especial atención a las ruedas que, al estar en permanente contacto con el asfalto, son la parte que más se ensucia y la suciedad acumulada las hace menos eficientes.
9.- Ni lavavajillas, ni estropajos que arañen la carrocería, ni refrescos de cola para dejar brillantes las llantas, ni geles hidroalcohólicos para el interior porque resecan el plástico y las gomas… solo y siempre usa los productos específicos para el lavado de coche; así evitarás cualquier tipo de desperfecto.
10.- Y, por supuesto, respeta todas las fases del lavado: prelavado, el propio lavado en sí, el enjuagado, el encerado y el secado final.
Ten especial cuidado con los productos que utilizas durante el lavado. El uso de lavavajillas líquido o champús puede resultar nocivo y resecar elementos como las gomas. Otros productos, como la espuma para el horno, pueden resultar muy agresivos si se utiliza para limpiar las llantas, especialmente cuando la temperatura exterior es muy alta. También la pasta de dientes puede producir rallones en los faros o dejar algún tipo de arañazo: los expertos en lavado siempre recomiendan el uso de una crema de pulido y frotar con un paño suave para eliminar cualquier suciedad incrustada en los faros. Por ello, cuando vayas a limpiar tu vehículo, recuerda utilizar siempre los productos específicos, evitando generar cualquier tipo de desperfecto.
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