Los viajes largos al volante y los irritantes atascos suelen provocarnos cansancio, agotamiento, estrés. Pero los sistemas de conducción avanzados están logrando que conducir sea cada vez más cómodo, agradable y sencillo. Ya se puede incluso recorrer Europa de norte a sur sin tocar el volante. ¿Cómo es posible esto? Gracias a la tecnología de conducción autónoma que ha avanzado significativamente en los últimos años y ofrece distintos niveles de autonomía, desde el nivel 0 (sin automatización) hasta el nivel 5 (automatización total). En el caso que vamos a tratar, hablamos del nivel 2. Y ha sido la casa Ford, con su tecnología BlueCruise de conducción autónoma, la que acaba de recibir la aprobación de la Comisión Europea para su uso en 15 países europeos.
Pero ¿qué pueden hacer en general los coches autónomos de nivel 2?
Un nivel 2 significa que la autonomía del vehículo es parcial; es decir, el coche puede ayudar con tareas de conducción específicas, pero aún requiere la supervisión constante del conductor. Por ejemplo: este sistema ajusta automáticamente la velocidad del vehículo para mantener una distancia segura con el vehículo que va delante. De forma autónoma, el vehículo puede acelerar, desacelerar y detenerse por completo sin la intervención del conductor o, a través del Asistente de mantenimiento de carril, puede ayudar al conductor a permanecer dentro del espacio delimitado y realizar movimientos suaves de dirección para evitar salidas involuntarias del carril. Los automóviles de nivel 2 a menudo vienen equipados con asistencia de estacionamiento automático, que ayuda con el estacionamiento en paralelo o perpendicular al proporcionar control de dirección mientras el conductor controla el acelerador y los frenos. También suele tener la función de Asistente para atascos, permitiendo que el vehículo mantenga una velocidad determinada y siga al vehículo que va delante en tráfico lento.
El primer sistema avanzado de asistencia al conductor en ofrecer una verdadera conducción manos libres a velocidades de autopista en Europa fue BlueCruise, de Ford, que en 2023 obtuvo la aprobación de la Comisión Europea para su uso en 15 países europeos, con acceso a más de 133.000 kilómetros de autopistas designadas, llamadas Zonas Azules. El avanzado sistema de asistencia al conductor de nivel 2 permite conducir con las manos fuera del volante siempre que siga prestando atención visual a la carretera.
Las Zonas Azules son ciertas autopistas que permiten el uso de BlueCruise durante los viajes. Para ello, los modelos Ford que cumplen con los requisitos tienen una cámara frontal diseñada para reconocer la carretera por la que se circula, de modo que si es una vía adecuada, el vehículo notifica al conductor la posibilidad de activar la tecnología de manos libres. El sistema controla la dirección, la aceleración, el frenado, el posicionamiento en el carril y las distancias de seguridad con el vehículo que va delante monitoreando las marcas viales, las señales de velocidad y las condiciones cambiantes del tráfico, desde velocidades de autopista hasta una parada completa en atascos.
Este desarrollo de Ford no es el único paso que se ha dado en la conducción autónoma: otras empresas automovilísticas también han desarrollado o están en proceso de lanzar tecnologías de conducción autónoma de Nivel 2 o superior.
El sistema Drive Pilot de Mercedes-Benz actúa como Nivel 3 en determinadas condiciones: esto significa que el conductor puede quitar las manos del volante y el sistema asume la responsabilidad total en situaciones específicas, como el tráfico lento en autopistas. Sin embargo, fuera de estas condiciones, opera como Nivel 2, es decir, el conductor debe estar listo para tomar el control del vehículo. Audi también ha explorado la tecnología de Nivel 3 con su sistema Traffic Jam Pilot, aunque su implementación está siendo limitada por las restricciones regulatorias. En Nivel 2, el Adaptative Cruise Assist de Audi combina el control de crucero adaptativo con asistencia en la dirección para mantener el vehículo centrado en su carril y a una velocidad segura. Por su parte, el Sensing Elite de Honda puede operar entre los niveles 2 y 3, según el entorno y la velocidad: en tráfico lento, puede permitir que el conductor retire las manos del volante, aunque sigue siendo necesario estar preparado para retomar el control.
Dentro del Nivel 2 de autonomía, el sistema Super Cruise de General Motors se considera uno de los más avanzados, permitiendo la conducción en modo “manos libres” en ciertas carreteras pre-mapeadas. Este sistema utiliza cámaras, sensores y datos de GPS para mantener el vehículo en su carril y a una distancia segura respecto a los demás vehículos, pero sigue requiriendo la intervención del conductor. Por su parte, sistemas como el Autopilot de Tesla o el Pilot Assist de Volvo pueden manejar la dirección, aceleración y frenado en muchas situaciones, como en autopistas, pero requieren que el conductor mantenga las manos en el volante y esté atento al entorno.
Y, centrados en autopistas o vías rápidas, los sistemas Nivel 2 de otros fabricantes como BMW (Driving Assistant Professional), Hyundai/Kia (Highway Driving Assist), Nissan (ProPilot Assist) o Toyota (Advanced Drive) incluyen funciones como el control de crucero adaptativo, asistencia para el mantenimiento del vehículo en el carril o el control de tráfico cruzado. Tecnologías diseñadas para reducir la fatiga del conductor en largos viajes por autopista, cuyo futuro resulta muy prometedor.
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