¿En que afecta el fin del roaming a mis vacaciones en el extranjero?

Adiós al roaming, adiós al sobrecoste por hacer llamadas o consultar internet con el móvil a familiares y amigos cuando estamos en algún país de la Unión Europea distinto del nuestro. A partir de ahora, contactar con nuestros seres queridos será gratis para todos aquellos que cuentan con tarifas planas en su móvil (es decir, que pagan una cuota establecida mensualmente, hasta un límite de llamadas y de datos pactado previamente). Desde el pasado 15 de junio, la Comisión Europea deja libre el roaming lo que permite navegar por internet (haciendo uso de los datos móviles) y llamar en cualquier país de la Unión Europea sin coste adicional al contratado en el país de residencia.

Gracias al fin del roaming, podrás seguir entreteniendo a tus hijos con el móvil incluso en el extranjero, hacer uso de los útiles GPS e incluso descargarte alguna nueva app que te viene bien para tus vacaciones.

El fin del roaming supone, además, un importante ahorro para nuestros bolsillos. La Comisión Europea estima que los consumidores nos ahorraremos en torno a 1.200 millones de euros, mientras que las cifras del regulador BEREC son mucho más elevadas y calculan el impacto en torno a los 4.700 millones de euros.

Más allá de las cifras, conviene tener en cuenta algunas condiciones para evitar sorpresas. En el consumo de móvil en el extranjero no hay que olvidar ni la capacidad de navegación fijada con la operadora en nuestro país de residencia ni el límite de llamadas o de minutos contratados bajo una tarifa plana. Esas capacidades son válidas tanto en España como en la Unión Europea. 

Por ley (según normativa de la Comisión Europea), el roaming, por su parte, no aplica más allá de la Unión Europea, con lo que si hacemos algún viaje exótico, a algún rincón de Asia, África… o, por ejemplo, si nos vamos a Estados Unidos, debemos consultar las condiciones de nuestra operadora. Vodafone contempla el roaming más allá de Europa, pero no así otras compañías como Telefónica.  

Cuidado, también, si se va de crucero por Europa. Las llamadas y el uso de datos sólo le saldrán gratis cuando use las redes terrestres (con el barco en puerto o cerca de uno). Los sistemas de conexión por satélite de barcos y aviones se pagan aparte y puede salir muy caros.

Hay que tener en cuenta, también, que el fin del roaming sólo aplica a aquellos que pasan más tiempo en su país de residencia que viajando. Si la operadora detecta, por ejemplo, que en un periodo prolongado se ha hecho uso del teléfono desde el extranjero, podría contactar con usted y solicitarle un sobrecoste.

Para disfrutar del roaming, en todo caso, no hay que hacer nada, ni activar ninguna función. Las operadoras ya se encargan de hacerlo y están obligadas por ley a suprimir de los recibos este tipo de llamadas o uso de datos. Simplemente hay que tener disponible la opción de itinerancia en el teléfono móvil, que se suele activar de forma automática al salir de España.