La Unión Europea dice que cualquier persona con discapacidad o movilidad reducida tiene derecho a viajar en cualquier medio de transporte. Sin embargo, el texto incluye alguna excepción que hace referencia a situaciones en las que exista un riesgo para la seguridad o que el diseño del vehículo haga imposible su uso a estos pasajeros. Y es que, en la práctica, muchas personas en silla de ruedas encuentran serias dificultades para moverse en transporte público, sobre todo por la escasez de vehículos adaptados.
Por eso, Cruise, la filial de vehículos autónomos respaldada por General Motors, está trabajando en un prototipo de robotaxi accesible para silla de ruedas. Y, según han dado a conocer, podría comenzar a circular en EE. UU. a partir del próximo año. Se trata de una adaptación del Cruise Origin, su vehículo eléctrico y autónomo, que incorporará una rampa retráctil para el acceso de pasajeros en silla de ruedas. Ofrecerá un interior más amplio y confortable con espacio suficiente para la silla de ruedas que, además, podrá acoplarse fácilmente a sus sistemas de sujeción para un transporte seguro.
Que el robotaxi está cerca de convertirse en una realidad cotidiana en cuestión de pocos años es algo ya prácticamente incuestionable. Que sea un sistema se transporte fiable y seguro es el objetivo de fabricantes, autoridades y administraciones de todo el mundo. Se da por hecho que todos los proyectos y prototipos en fase avanzada de desarrollo son vehículos cero emisiones.
Pero, aparte de aspectos esenciales como la seguridad y la reducción de la huella de carbono, existe otro gran desafío social que es la accesibilidad. La adaptación de las ciudades para esa parte de la población que necesita infraestructuras especiales toca también muy de cerca al transporte.
Esta realidad obliga a diseñar todas las nuevas infraestructuras y tecnologías urbanas pensando en la accesibilidad. De hecho, la industria ya se mueve en esa dirección y cada vez son más los modelos de automóvil accesible con rampas telescópicas o plataformas elevadoras. También existen los llamados sistemas de transferencia, que facilitan el acceso al puesto del conductor en silla de ruedas, telemandos, controles por voz, interfaces visuales proyectados en el parabrisas para conductores con discapacidad auditiva, etc.
Los autobuses autónomos accesibles también son una apuesta por parte de la Unión Europea y, como no, el robotaxi, un tipo de coche autónomo que, al no llevar volante ni otros instrumentos de conducción, dispone de un habitáculo diseñado para ser ocupado en su totalidad por los pasajeros, vayan o no en silla de ruedas.
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