Hace 108 años, el transatlántico británico más grande del mundo por aquel entonces, el RMS Titanic, se hundía en las gélidas aguas del océano Atlántico tras chocar con un iceberg. Un desafortunado accidente que generó una leyenda llevada incluso al cine. Ahora, la industria naval cumple un nuevo hito, este más relacionado con la innovación, con el desarrollo del nuevo barco Mayflower de IBM y Promare.
Una vez más, la International Business Machines Corporation (IBM) se implica en dotar y desarrollar tecnologías como la inteligencia artificial (IA) en elementos e infraestructuras hasta ahora nunca estudiadas. Hace unos meses, conocíamos la noticia de cómo IBM trabajaba en una nueva batería sin compuestos nocivos o proveía de IA a unos microrobots para salvar mares y océanos. Pues bien, de nuevo, su nombre vuelve a ser relevante en los medios especializados tras anunciar este nuevo proyecto.
En esta ocasión, esta reconocida multinacional estadounidense de tecnología y consultoría se ha unido a la organización de investigación marina Promare para realizar las primeras pruebas en el mar con el nuevo barco autónomo Mayflower, el primer navío que puede navegar de manera autónoma gracias a la inteligencia artificial (IA).
Los primeros ensayos tendrán lugar en un barco de investigación tripulado frente a la costa de Pymouth en el Reino Unido, que evaluará cómo la nave emplea las cámaras que hay a abordo, la IA y el sistema de edge computing permiten navegar con seguridad alrededor de otras barcos, boyas u obstáculos.
Para estos test iniciales, se utilizará un prototipo del capitán basado en la IA de IBM que saldrá en la nave tripulada “Plymouth Quest”, un buque de investigación del Laboratorio Marino de Plymouth. Sin embargo, desde hace dos años IBM ya ha estado entrenando a modelos de inteligencia artificial con más de un millón de imágenes náuticas recogidas por cámaras en la bahía Plymouth Sound.
Oficialmente está previsto que este buque realice la travesía transatlántica con este sistema el próximo 16 de septiembre. Una fecha en la que se comprobará si el comportamiento de esta herramienta tecnológica es plausible.
El nombre de este nuevo barco autónomo conmemora el 400 aniversario de la notoria ruta original de Mayflower de 1620, que va desde Plymouth, Reino Unido, hasta Massachussets. Tras la obtención de los resultados en la travesía final, puede que esta embarcación se convierta en el primer barco autónomo de gran tamaño en ser capaz de cruzar el océano Atlántico sin un capitán, ni tripulación. Un punto que fomentará el desarrollo de las naves comerciales autónomas y transformará el futuro de la investigación marina.