Los robots, de color negro y amarillo como sus taxis, realizarán operaciones que puedan resultar especialmente peligrosas para los agentes de policía. Según afirmó el alcalde de Nueva York, Eric Adams, en su presentación en la popular Times Square, donde además se exhibió el canino mecánico, no se emplearán para patrullar las calles sino, por ejemplo, para localizar coches robados gracias al rastreador GPS que lleva incorporado, monitorear sitios en construcción o con amenaza de bomba o para negociar la liberación de rehenes: “Si tienes un sospechoso atrincherado, si alguien que está dentro de un edificio está armado, en lugar de enviar a la policía allí, envías a Digidog. Es una forma inteligente de usar buenas tecnologías. Estamos explorando el mundo para encontrar tecnología que garantice que esta ciudad sea segura para los neoyorquinos, los visitantes y cualquier persona que se encuentre aquí en la ciudad”, aseguró Adams.
El perro robot pesa 32 kilos, está equipado con cámaras y micrófonos y cuenta con un detector de gas. Se controla de forma remota y, de momento, la policía cuenta para este verano con dos unidades, fabricadas por Boston Dynamics (propiedad de Hyundai), por las que ha pagado 750.000 dólares. No es el único proyecto tecnológico por el que se decanta la policía ya que, en numerosos países, se están utilizando wereables y nuevas tecnologías para reforzar la seguridad.
Sin embargo, no es la primera vez que en Nueva York se intenta utilizar un robot como refuerzo de la seguridad ciudadana. Ya en 2020 el predecesor de Adams, el exalcalde Bill de Blasio, alquiló uno, pero el contrato se interrumpió después de que los críticos lo ridiculizaran como espeluznante, distópico y muy costoso, además de violar la privacidad con sus cámaras. Ahora, Adams no está dispuesto a claudicar: “Aunque hay personas ruidosas que se han opuesto, yo opero mirando lo que es mejor para la ciudad”, ha asegurado el alcalde.
Quizá el hecho de que el alcalde actual de Nueva York sea un capitán de policía retirado y crítico de la policía le haya motivado a llevar a cabo esta iniciativa con el fin de restablecer el orden en las calles de la ciudad de Nueva York sin poner en peligro las libertades civiles de los neoyorquinos. Desde que ocupó el cargo en 2021, ha habido una caída en los tiroteos y asesinatos, pero un aumento general en los delitos mayores, incluidos robos y hurtos y, según él, la tecnología ha sido y seguirá siendo clave para mejorar la seguridad pública y, por tanto, no piensa recortar inversiones como la de los perros robóticos. De hecho, ha anunciado que seguirá con una serie de lanzamientos que garanticen la seguridad de la ciudad.
Sin embargo, hay voces en contra como la de Ileana Mendez-Penate, directora de programa de Communities United for Police Reform, que asegura que: “La policía de Nueva York está comprando perros robot y otra tecnología sofisticada, mientras que los neoyorquinos no pueden acceder a los cupones de alimentos porque las agencias de la ciudad tienen poco personal y los neoyorquinos están siendo desalojados porque no pueden acceder a su derecho a un abogado”. Y Albert Fox Cahn, director ejecutivo del Proyecto de Supervisión de Tecnología de Vigilancia, dijo por su parte que: “La policía de Nueva York está convirtiendo la mala ciencia ficción en una vigilancia policial terrible. Nueva York merece seguridad real, no una imitación de RoboCop”.
Lo cierto es que el programa piloto del Departamento de Policía de Nueva York ya está en marcha y tiene previsto que el robot se despliegue dentro de la estación de metro de Times Square este verano, y que, según han dicho funcionarios policiales, se usará además de en el metro, en centros comerciales y que, al principio irán acompañados de un compañero humano.
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