Un gemelo digital o Digital Twin es una réplica digital precisa de un objeto físico, un proceso o un servicio. Básicamente, los gemelos digitales realizan una simulación del comportamiento de sus homólogos físicos con el fin de mejorar su rendimiento o prevenir problemas de funcionamiento en determinadas condiciones.
Para generarlos, se utilizan programas informáticos en constante comunicación con el modelo original, del que recaban toda la información necesaria para crear la réplica. Esta recopilación de datos es la primera fase del proceso. Una vez recabados los datos, se analizan y contextualizan. Con toda la información se crean los diseños 3D del original para disponer de un modelo que se pueda visualizar.
Después se traslada toda la información a una plataforma de generación de gemelos digitales de la que se obtiene una primera versión. La activación del gemelo digital, con todas sus funcionalidades, llega después de las pruebas oportunas. A continuación, se instala la plataforma en la nube y se testea la versión final, que quedaría lista para su implementación.
Aunque se trata de una tecnología cuyos orígenes se remontan a la década de 1970, con aplicaciones sobre todo en la industria aeroespacial, los últimos avances en Big Data, Internet de las cosas (IoT), Inteligencia Artificial y Deep Learning la han ayudado a dar un gran salto tanto a nivel cualitativo, por su potencial de réplica, como cuantitativo, por su capacidad de recrear simulaciones en tiempo real. Por eso, sus aplicaciones reales son prácticamente inabarcables en sectores tan dispares como la medicina, los procesos productivos o la navegación a través de mapas virtuales cada vez más precisos. En este sentido, la creación de gemelos digitales de ciudades como Madrid y Barcelona no se detiene en la mera reproducción de edificios y monumentos, sino que alcanza objetivos mucho más ambiciosos relacionados con la prevención de desastres, la planificación de soluciones de movilidad o el diseño de zonas verdes aplicando simulaciones precisas para averiguar, por ejemplo, qué especies botánicas son las más apropiadas.
Huelga decir que, en casos como el de las ciudades, pero también en procesos productivos complejos o en el lanzamiento de productos, el ahorro de costes derivado de implementar un gemelo digital puede ser crucial para determinar el éxito o viabilidad del proyecto. Por tanto, mejorar una estrategia comercial o productiva es uno de los objetivos principales de esta tecnología, pero también sirve para prevenir fallos o anticiparse a comportamientos ante determinadas condiciones.
En cuanto al momento de creación del gemelo digital y su desarrollo, existen tres escenarios: Prototipo de Gemelo Digital (DTP), cuando se crea el gemelo digital antes de fabricar el producto físico para comprobar su comportamiento antes de la producción; Instancia Gemela Digital (DTI), si el producto ya existe y el gemelo digital se usa para hacer pruebas en diferentes escenarios; Digital Twin Aggregate (DTA), cuando se recopila información sobre el uso anterior del producto para medir sus capacidades, obtener pronósticos y probar parámetros operativos.
A pesar de las bondades de los gemelos digitales, es cierto que también presenta dificultades para las empresas. Por un lado, se requiere una estricta arquitectura de integración y automatización industrial, así como unas infraestructuras informáticas muy complejas y costosas, tanto para el almacenamiento de datos, como para su procesamiento y análisis. Además, no existe una plataforma ni una configuración tecnológica estandarizadas.
Lo que es evidente es que se trata de una tecnología en constante evolución que, además, ofrece una alternativa formativa de gran valor para las nuevas generaciones de jóvenes profesionales.
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