Audi se embarca de nuevo en la utilización de exoesqueletos en los procesos de producción. Esta vez, la marca alemana lleva a cabo un estudio de exoesqueletos para mejorar aún más la ergonomía de sus empleados en las factorías.
Cada puesto de trabajo requiere de un tipo de uniforme, sin embargo, existen oficios que requieren de atuendos dotados de materiales un tanto robotizados. ¿El objetivo? mejorar la ergonomía de los trabajadores y protegerles frente las adversidades que puedan surgir. Por ello, empresas como Audi trabajan en innovadores exoesqueletos para proveer a sus trabajadores la mayor seguridad y comodidad.
Hace más de cinco años que los exoesqueletos surgieron en diferentes ámbitos, incluido el laboral, dado que la realización de distintas tareas originaba varios problemas de salud y el aumento de riesgos laborales graves. Ante esta problemática, diferentes actores crearon, gracias a la tecnología e imaginación, estas máquinas móviles cuyo objetivo es ayudar a evitar malas posturas, a la vez que refuerzan la seguridad del trabajador.
“Queremos utilizar nuevas tecnologías para mejorar la salud de nuestros empleados y hacer que la producción sea más innovadora”
Peter Kössler, responsable de Producción de Audi.
Entre los responsables encargados de la vida útil y optimización de este tipo de armazón, destaca la empresa multinacional de coches Audi que ha continuado contribuyendo en este aspecto para poder proveer a sus trabajadores de la más innovadora y perfeccionada seguridad. La última táctica de la firma alemana ha consistido en colocar dos nuevos exoesqueletos para 60 empleados en la línea de montaje de la factoría de Ingolstadt para mejorar con éxito su ergonomía en las factorías con el objetivo de “mejorar la salud y hacer que la producción sea más innovadora”, según afirma Peter Kössler, responsable de Producción de Audi.
Este paso ha sido posible gracias a la realización de un estudio comparativo de dos exoesqueletos en diferentes áreas de producción. Las nuevas estructuras empleadas han sido el Paexo de Ottobock y el Skelex 360 de Skelex, cuyo diseño se ha focalizado en las articulaciones y la musculatura humana para innovar en cuestiones relativas en protección y en la reducción de fatiga durante la realización de las tareas y, asimismo, conseguir que “la producción sea más progresiva”.
Estos dos exoesqueletos se acoplan en los hombros, “a modo mochila”, y se aseguran a las caderas de los operarios con un solo cinturón. Sin ayuda de ningún tipo de motor, los escudos protectores de los brazos trabajan por encima del cuerpo de los empleados y absorben el peso mal distribuido de éstos, reduciendo de este modo la carga de los hombros.
Por el momento, los ensayos realizados con esta tipología de exoesqueletos han tenido lugar en los talleres de pintura, ensamblaje y fabricación de herramientas y se están probando tanto en actividades estáticas y dinámicas como son la instalación de líneas de freno, el atornillado de los paneles de la parte inferior de la carrocería y en la protección y sellado contra la corrosión.
Convertir a los trabajadores en auténticos super héroes con estas armaduras están convirtiéndose en un hábito cada vez más extendido. Hace un año, conocíamos la novedad del esqueleto robótico Sarcos Robotics, cuya tecnología era capaz de ayudar a prevenir accidentes laborales sin eliminar el trabajo manual y como, hoy en día, marcas como la japonesa Nissan se encuentra en la última etapa de pruebas con sus exoesqueletos para integrarlos en su planta de Barcelona.