Una de las preguntas más comunes cuando llegamos a un lugar público suele ser: ¿hay wifi? Sin ella, nos sentimos desconectados del mundo. Pero, a partir de ahora, con la llegada de la WiFi 6, la transmisión inalámbrica irá a la velocidad del rayo.
La mayoría de las mejoras que ha ido teniendo la red WiFi desde que nació en los años 80 se ha basado en pequeñas actualizaciones para poder disfrutar cada vez más de las velocidades de la fibra óptica sin cables. Sin embargo, la WiFi 802.11ax (nombre oficial de la WiFi 6) es mucho más que eso.
Para entender el número 6 que acompaña a la nueva WiFi, hay que saber que ha sido Wi-Fi Alliance (la máxima entidad certificadora de la conexión Wi-Fi) la que decidió a finales de 2018 cambiar la nomenclatura de la conexión WiFi, por números. Así, la antecesora a la WiFi 6, sería la WiFi 802.11ac, ahora WiFi 5 y así con las versiones anteriores hasta la 1 (que se han nombrado de forma retrocactiva). Es una forma más sencilla de saber de qué transmisión inalámbrica estamos hablando. Y, esta última ha sido desarrollada, como las demás, por la IEEE Standards Association, para mejorar la velocidad, la estabilidad al tener muchos dispositivos conectados y la eficiencia energética de las versiones anteriores.
En los hogares del siglo XXI, es muy habitual que tengamos conectados a la red WiFi no solo Smartphones, consolas o televisores, sino cada vez más, diferentes gadgets y dispositivos que requieren y necesitan conexiones de red o a Internet. Desde neveras a termostatos o altavoces con asistentes virtuales, transmisión de vídeo, juegos, aplicaciones… todo lo que conlleva un hogar inteligente.
Con Wifi 5 lo máximo que podemos conseguir en velocidad son unos 7 Gbps. Sin embargo, con Wifi 6 se puede llegar hasta los 10 Gbps, es decir, en torno a un 40% más rápida. En otras palabras, se puede “volar”. Y esto resulta muy práctico cuando existe alta densidad de conexiones a una red WiFi, como ocurre en las casas.
Este incremento de velocidad llega, en parte, gracias a la modulación 1024-QAM (frente a 256-QAM en Wi-Fi 5). Si nos imaginamos que la conexión Wi-Fi entre el router y nuestro PC o móvil es un tubo por el que viajan los datos, la modulación sería la técnica para compactar los datos y poder, de esta forma, enviar más datos por el mismo tubo, sin aumentar el ancho de banda (o el diámetro del tubo, en nuestro ejemplo).
Además, Wi-Fi 6 puede operar tanto en la frecuencia de los 2,4 GHz como en la de los 5 GHz, a diferencia de la Wi-Fi 5 que lo hacía de forma exclusiva en los 5 Ghz.
Y, por otro lado, pasa de SU-MIMO (single user MIMO) a MU-MIMO (multi user MIMO) lo que supone que el router puede enviar y recibir datos a varios dispositivos a la vez más rápido, en lugar de tener que ir uno a uno formando una cola.
En el mercado ya existen dos nuevos smartphones, el Samsung Galaxy Note 10 y iPhone 11 de Apple compatibles con Wi-Fi 6. Esto demuestra que, cada vez más dispositivos -y routers- incluirán la conectividad Wi-Fi 6. Pero, hasta que llegue ese momento, sabemos que los dispositivos con Wi-Fi 6 puede conectarse a redes de versiones anteriores, siempre que tanto el router como el dispositivo -por ejemplo, el móvil o la tablet- sean compatibles. Eso sí, no aprovecharían las novedades de la última versión.
Previsiblemente, tendrán que pasar varios años hasta que este nuevo WiFi esté disponible para la mayoría de nosotros ya que su precio, de momento, no baja de los 200 euros aproximadamente. Según un estudio de ABI Research, las previsiones de ventas de equipamientos inalámbricos con WiFi para 2024, alcanzará los 254 millones de unidades y más de la mitad ya será un soporte para WiFi6. Y, también anuncia, que a partir de ese año se certificará el nuevo WiFi 7 con una velocidad ya de 30 Gbps. ¡Supersónica!
Blog ÓN
Comité de contenidos