El anuncio oficial del lanzamiento de Windows 1.0 se hizo el 20 de noviembre de 1985. Era el nacimiento del sistema operativo de Microsoft que, desde entonces, ha evolucionado hasta llegar a esta última versión que es Windows 11.
Con ella, la compañía de Redmond no solo cambia el aspecto visual de su sistema operativo, sino que incluye otras muchas novedades y mejoras que merece la pena conocer. La primera afecta al capítulo de las actualizaciones y se refiere a su periodicidad. Si con Windows 10 se contemplaban varias mejoras a lo largo del año, para Windows 11 hay programada una actualización importante cada 12 meses.
El menú de inicio es el primer cambio evidente que notará el usuario. Aunque los indicadores de fecha, hora y herramientas se mantienen en la parte derecha, el menú de Windows y los accesos directos a las aplicaciones más utilizadas se colocan en el centro de la barra de tareas. Con ello se pretende adoptar un único sistema tanto para ordenadores como para móviles, así como hacerlo compatible con las nuevas pantallas táctiles de los portátiles. Sin embargo, esto se puede modificar y desplazar a su ubicación original a la izquierda. En cuanto al menú de inicio, desaparecen las baldosas y se opta por un diseño más limpio con accesos directos a las aplicaciones fijadas y también a las recomendadas. También hay una opción para ver el listado completo de aplicaciones y un buscador.
El retorno de los widgets, que desaparecieron casi por completo en Windows 10, es otro aspecto destacable de la nueva versión. De serie, el sistema incluirá algunos como la lista de tareas, OneDrive, el Tiempo o un cuadro de búsqueda en Edge.
También es importante destacar la multitarea como una de las funcionalidades optimizadas en Windows 11. Como apoyo a esta capacidad de trabajar con varias aplicaciones a la vez, encontramos las llamadas Snaps Layouts y los Snap Groups. Las primeras son configuraciones que permiten dividir la pantalla en cuartos o tercios para visualizar en cada uno diferentes programas y los Snap Groups son el almacén de esas configuraciones de pantalla guardadas para ser utilizadas en el futuro. De la misma manera, Windows 11 también permite configurar distintos estilos de escritorio según las necesidades del usuario.
En cuanto a la tienda de Apps, también ofrece cambios significativos. Por un lado, los ingresos se destinan íntegramente a los desarrolladores. Esto sin duda incentiva una profesión, la de programador, con un espectro laboral prometedor y que se suma a otras iniciativas abordadas por Microsoft en este mismo sentido, como Minecraft: Education Edition. Por otro lado, las aplicaciones de Android van a tener soporte nativo en Windows por vez primera, además de ofrecerse nuevas pasarelas de pago con un nuevo sistema de calificaciones.
Respecto a la compatibilidad, Microsoft ha anunciado cuáles son los requisitos mínimos para instalar Windows 11 que, en algunos puntos, han cambiado con respecto a la versión anterior.
El lanzamiento de Windows 11 está oficialmente programado para el próximo 5 de octubre. Si bien es cierto que esa primera entrega no dispondrá de todas las funciones, como la compatibilidad con las aplicaciones Android, su instalación llegará a modo de actualización gratuita para todos aquellos ordenadores con Windows 10 instalado que la soporten.
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