Publicado por Si Lo Hubiera Sabido | 18 de marzo de 2025
La era de la conducción autónoma ya está aquí. Poder hacer videollamadas, ver series o, incluso, trabajar mientras el coche conduce por su cuenta no es ciencia ficción, sino una realidad. En muchas ciudades del mundo como Los Ángeles, Pekín o Dubái los coches autónomos, llamados robotaxis, han llegado para quedarse.
La investigación y el desarrollo de este tipo de vehículos se puso en marcha en los años 80. Y en 2018, Alphabet puso a rodar los primeros modelos comerciales por las calles de Estados Unidos. Desde entonces, han pasado 7 años y ahora Alphabet y otras muchas empresas parecen preparadas para dar el gran salto. Algunas estimaciones apuntan que este mercado pasará de unos 2 mil millones en 2023 a casi 14 mil millones en 2030.
Pero hay previsiones todavía más optimistas: McKinsey estima que se creará un mercado de entre 300.000 y 400.000 millones de dólares en ingresos en los próximos 10 años. Y Ark Invest considera que para finales de esta misma década la industria de los robotaxis podría tener un valor de mercado de más de 34 billones de dólares, el doble del valor de mercado que tienen las 7 magníficas.
Hay datos que apoyan este optimismo. El primero, la reducción de los costes del transporte. El robotaxi no tiene conductor, opera durante más tiempo los vehículos y reduce los accidentes. Además, al ser eléctricos, gestionan mejor su proceso de recarga, reduciendo el gasto en combustible; y optimizan la coordinación de los viajes solicitados.
Teniendo en cuenta todo lo anterior, el coste por kilómetro podría llegar a reducirse casi un 90%. Es una auténtica revolución, situando el coste potencial en poco más de 15 céntimos por kilómetro. Aun aplicando un margen del 100%, la tarifa por un viaje de 5km sería de apenas 1,5 euros.
El coste por kilómetro podría llegar a reducirse casi un 90%
En China, los precios base de los robotaxis de Baidu, el gigante local de esta tecnología, son un 70% más bajos que el de los taxis con conductor. Y eso que es solo el principio de esta revolución.
Volviendo la vista hacia Estados Unidos, actualmente la industria del robotaxi está viviendo un choque entre la filosofía de Waymo (de Google) y Tesla. La filial de Alphabet lleva operando robotaxis desde 2018 y sigue expandiéndose a nuevas ciudades, pero no tiene modelos propios.
Hasta el momento, utiliza modelos convencionales a los que incorpora un kit compuesto por sensores, sistemas de láser, radares, cámaras y potentes procesadores de inteligencia artificial (IA) para operarlos. Aunque tiene sus ventajas, la compañía no deja de estar a expensas de lo que hagan los distintos fabricantes de coches y, además, se trata de un modelo mucho más caro que la alternativa de Tesla.
La compañía de Elon Musk ya ha anunciado que este verano llegarán sus primeros robotaxis, que empezarán a operar en Austin (Texas). Su apuesta pasa por recrear la conducción humana recurriendo a las cámaras y la IA. Esto permitiría, a su juicio, no solo operar robotaxis, sino dotar de conducción autónoma avanzada a todos o al menos a muchos de sus propios coches.
¿Quieres conocer al resto de actores en el desarrollo del robotaxi? ¿Hasta dónde podrá llegar esta tecnología? De todo esto hablamos en el nuevo episodio de Si Lo Hubiera Sabido, el canal de información financiera de Mutuactivos.
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