Nuevos problemas con el Brexit
- 17 septiembre, 2020
El mercado vuelve a mirar el Brexit ante el tensionamiento en las relaciones entre Reino Unido y la UE después de que el primero publicara el proyecto de ley “Internal Market Bill” que parece anular algunos de los acuerdos entre ambas partes, firmados en el “Withdrawal Agreement”.
El Parlamento británico vuelve a debatir el proyecto, que ha generado ampollas en la oposición y en Europa, pero también dentro del Partido Conservador. Aunque Johnson cuenta con la mayoría absoluta en la Cámara de los Comunes, al menos 30 diputados están en contra de la aprobación de la ley. De ser finalmente aprobada, esta ley permitiría romper el protocolo aduanero respecto a Irlanda del Norte firmado con la UE en enero, si finalmente Reino Unido abandona la Unión Europea sin un acuerdo comercial.
El 31 de diciembre acaba el período de transición del Brexit.
Eso ocurriría el 31 de diciembre cuando acabe el período de transición del Brexit. El protocolo que se acordó en el Acuerdo de Retirada contemplaba que, aunque Irlanda del Norte es parte de Reino Unido, quedaría dentro de las reglas comerciales de la Unión Europea y dentro del Mercado Único.
La intención cuando se creó fue evitar la creación de una frontera real en Irlanda, que tendría el peligro de poder alterar la reciente y frágil paz que reina allí desde hace años. Dado que Gran Bretaña en principio deja el mercado único y la Unión Aduanera al final del periodo de transición (este 31 de diciembre), implica cierto control de mercancías en el comercio entre Irlanda del Norte y Gran Bretaña (la isla principal), en el Mar de Irlanda. Pero a Boris Johnson nunca le gustó este acuerdo, y ha dejado claro múltiples veces que él no quiere una frontera en el Mar de Irlanda.
El nuevo documento que quiere aprobar contemplaría dar a los ministros la capacidad de anular cualquier requerimiento necesario para exportar bienes de Irlanda del Norte a Gran Bretaña y les daría poder para decidir si aquellas mercancías que van de Reino Unido a Irlanda del Norte tienen peligro de acabar entrando en la República de Irlanda, para lo que se necesitaría aduana. Por último, también le daría al Gobierno el poder unilateral de decidir o no si informar a la UE sobre ayudas estatales que afecten a compañías de la región y deberían ser tratadas por normas de la Unión.
La relación entre Gran Bretaña y la UE se ha tensado los últimos días.El Gobierno argumenta que esta ley solo se está preparando como medida de emergencia para Irlanda del Norte para el caso de que no se consiga firmar un acuerdo comercial, pero en realidad el método de resolución de conflictos ya fue pactado y no es este. Deberían ser discutidos en un comité conjunto entre la UE y Reino Unido, no unilateralmente.
¿Por qué es tan importante lo que está ocurriendo?
Si se aprueba el Internal Market Bill tal y como está redactado, Reino Unido estaría rompiendo de manera unilateral un tratado internacional. De hecho, en un artículo reciente, los cinco ex primeros ministros vivos Theresa May, John Major, Gordon Brown, David Cameron, Tony Blair Conservadores o laboristas, están de acuerdo en que la actitud de Johnson pone en peligro a Reino Unido. Como muestra de los potenciales efectos, en Estados Unidos el Congreso ha dejado claro que no ratificará el importantísimo nuevo tratado de libre comercio entre Estados Unidos y Reino Unido, si el Brexit acaba afectando a los acuerdos de paz de Good Friday, que mantienen el frágil equilibrio de Irlanda del Norte.
Entonces, ¿qué quiere Boris Johnson?
Sólo hay dos alternativas lógicas. Hoy se sigue intentando negociar un acuerdo comercial post Brexit entre UK y la UE, que parece irremediablemente atascado. La primera posibilidad es que Johnson esté intentando maniobrar para negociar con más fuerza con la UE y conseguir concesiones en los tratados que se siguen discutiendo y que deberían ser ratificados en octubre. Entre ellos, hay desacuerdos importantes, entre otros, respecto a la pesca y las ayudas estatales a empresas. Ninguna de las partes cede y se acercan las fechas límite.