Actualmente siguen existiendo viviendas nuevas y de segunda mano que están pintadas con la técnica del gotelé. Esta técnica, que se puso muy de moda en los 80, recarga visualmente los espacios. Por su grosor y aspereza puede dañar muebles al moverlos o rasparnos la piel a las personas.
Sin gotelé, los suelos, ventanas y muebles cobran más protagonismo. Una pared lisa te permite además utilizar otras técnicas decorativas como el empapelado o los vinilos y su limpieza siempre resulta mucho más fácil: basta con pasar un paño húmedo.